La Junta cree que «estar en funciones» no es excusa para que el Gobierno no cumpla el plan
El director general de Energía y Minas de la Junta de Castilla y León, Ricardo González Mantero, insistió ayer en que la situación que vive el sector minero es crítica y ha reclamado al Gobierno central que cumpla con el Plan del Carbón 2013-2018 «aunque esté en funciones».
Mantero, que participó en León en unas jornadas sobre rehabilitación urbana, ha subrayado la difícil situación del sector minero, al borde de desaparición con expedientes de regulación de empleo en Astur-Leonesa, Uminsa y La Hullera Vasco Leonesa, ésta última en pleno proceso liquidador.
El responsable de Minas autonómico alertó de que no sólo es preocupante la situación de las empresa mineras sino también de las centrales térmicas, que «tienen que hacer una serie de urgentes inversiones para adaptarse a la nueva directiva europea de emisiones industriales, sin las cuales desaparecerán».
Sobre la nueva ayuda anunciada por el Gobierno para favorecer la compra de carbón nacional por parte de las térmicas, Mantero aseguró desconocer su funcionamiento o formato, «eso habría que preguntárselo al Ministerio». Las ayudas anunciadas por Industria facilitaría reducir el precio de la tonelada de carbón autóctono entre 10 y 15 euros, lo que favorecería la compra de esta mineral nacional en detrimento del coque o del de importación. Unas ayudas que se desconocen si estarían ligadas a las empresas eléctricas o las empresas mineras.
Esta última posibilidad se encontraría con «un gravísimo inconveniente ya que son unas ayudas que habría que devolverlas en 2018 si las empresas continúan con la actividad minera», explicó Mantero.
Por todo ello, el responsable de la Junta apuntó que «a nosotros nos hubiera gustado más la propuesta del céntimo verde que hubiera supuesto una subvención de 11 euros por tonelada de carbón y no tendría estos inconvenientes».
Unas ayudas para la adquisición de carbón autóctono que como insistió Mantero «no tendrán ningún sentido si las centrales térmicas no realizan la reconversión para la reducción de emisiones que exige Bruselas, por lo que al final nos podríamos encontrar sin térmicas y sin ningún futuro para el sector».
Unas dificultadas a las que se suma el bloqueo a la quema de carbón nacional de Gas Natural-Unión Fenosa tanto en sus centrales de La Robla como en las asturianas, quedando en manos de Iberdrola la adquisición muy residual de carbón.
Una situación crítica en unos meses del año (abril, mayo y junio) en los que el hueco del mix energético del carbón se ha visto tradicionalmente reducido a favor de la energía hidráulica y eólica.