Clemente ejerce de mantenedora y da apoyo autonómico a la fiesta
Silvia Clemente y Enrique Busto abren el cortejo real. MARCIANO PÉREZ
La presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, comprometió ayer el apoyo del Parlamento autonómico para mantener las Justas Medievales de Hospital de Órbigo «con el mismo esplendor que hoy se nos muestra» y que convierte a esta localidad en «un destino turístico y cultural de excepcional importancia y atractivo». Clemente, que en nombre de las Cortes ejerció como Mantenedora 2016, ratificó el apoyo para convertir la cita en «un referente cultural y económico» y que sea reconocido «en el ámbito nacional e internacional».
Durante el pregón, al que también asistieron otros parlamentarios como el socialista Luis Tudanca o el consejero de Educación, Fernando Rey, así como el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, Clemente, vestida con un traje medieval bordado por las señoras del pueblo, puso de relieve el «esfuerzo y dedicación» del municipio para «saber guardar y revivir esta fiesta» que supone para la localidad «historia, tradición y cultura» gracias al «impulso, ilusión y pasión» con la que el alcalde, Enrique Busto, y los vecinos hacen el evento.
La presidenta también destacó que la cita merece «alcanzar el renombre de fiestas históricas similares» a las que se celebran en otros lugares de Europa, al ser «una de las recreaciones más representativas de la España medieval»
Clemente, que hizo un repaso histórico, también aludió a la agricultura y en especial el lúpulo, que «ha sido fuente de riqueza y verdadero motor de desarrollo económico y social». La tradición agrícola de esta zona «ha sabido mirar al futuro» para dar paso a una agricultura «moderna y productiva», dijo.
A todo este potencial hay que unir también el «amplio patrimonio» ligado a la Ruta Jacobea, que crea a su paso por el municipio «un intercambio de ideas, corrientes artísticas y de pensamiento, y tradiciones que aportaron los millones de peregrinos que han hecho de este itinerario un referente universal» dentro de una tierra «acogedora y hospitalaria», terminó.