ante la adversidad, ingenio
«Así es como nos hemos quedado: en pelotas»
Isamel Fuertes González ha decidido mostrar ‘literalmente’ la situación en la que se encuentran los autónomos de Rodríguez tras el incendio.
a.g. valencia | la bañeza
Ante la adversidad y las dificultades qué mejor que sacar el ingenio a relucir. Y así lo ha hecho Ismael Fuertes González, uno de los autónomos cooperativistas, que tras el incendio que hace poco más de un mes asoló la fábrica de Embutidos Rodríguez han visto como su futuro se tornaba en incierto.
Con el propósito de que la problemática de estos trabajadores no se olvide y para reivindicar que necesitan ayudas, Ismael decidió quitarse la ropa para mostrar al mundo que, tras el siniestro, literalmente «nos hemos quedado en pelotas». Así tirando de humor y realidad aporta su granito de arena a las peticiones de los cooperativistas, que esperan no quedarse en la estacada y que las ayudas comprometidas se materialicen.
«Esta iniciativa la lanzo por mí y por el resto de los compañeros que están en la misma situación», argumenta, convencido de que es un punto más para que la situación por la que atraviesan ahora no caiga en el olvido.
Ismael Fuertes González también es monologuista y ahora al final de cada una de sus actuaciones se fotografía con el público y un cartel donde se lee ‘Todos somos Rodríguez’, precisamente el mismo mensaje de apoyo que utiliza en su fotografía en solitario y desnudo.
Desde que la imagen se subió a las redes sociales ha corrido como la pólvora, cumpliendo precisamente el objetivo de que no se deje de hablar de la problemática de estos trabajadores cooperativistas. «Nosotros apoyamos a la empresa, contra ella no tenemos nada», al menos así habla él en su caso, pero sí quiere que las ayudas, de la Junta y de Servicarne, la cooperativa que les aglutina, lleguen, porque como explica «hay gente que lo está pasando muy mal, trabajadores que tienen hijos o hipotecas y que también están literalmente ‘en pelotas’».
Ismael es consciente de que la situación no es sencilla para nadie y además argumenta una realidad y es la incidencia que para la economía de la zona también tendrá el incendio. «Al no haber ingresos, los bares y los comercios lo van a notar», subraya, consciente de que el futuro viene complicado, pero con la esperanza de que su desnudo sea un granito de arena para mejorar la situación.