sentencia del tribunal supremo
Las nuevas especies invasoras deberán ser erradicadas de los ríos
Las autoridades están obligadas a diseñar estrategias para eliminar su presencia del hábitat.
Un pescador sostiene un ejemplar de cangrejo rojo, considerada especie invasiva. EMILIO MORENATTI
m. rabanillo | león
La publicación en el Boletín Oficial del Estado de la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a incluir en el Catálogo de Especies Exóticas Invasoras a la trucha arco iris, el lucio, el cangrejo rojo o el black bass, especies con amplia presencia en los ríos leoneses, obliga a las autoridades a adoptar medidas como el diseño de planes para su erradicación del medio. Estas medidas que conllevan la gestión, el control y la erradicación deberán adoptarse de forma coordinada entre el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y las comunidades autónomas, y las estrategias para abordarlas tendrán que ser financiadas por el Gobierno central según la disponibilidad presupuestaria.
Sin embargo, la amplia presencia de especies como la trucha arco iris o el lucio hace muy difícil lograr su plena erradicación, sin contar con que los fondos necesarios para financiar dichas labores serían incontables. Concretamente en los ríos de León se han realizado repoblaciones de trucha arco iris hasta hace pocos años extendió esta especie por los 3.000 kilómetros de cauces y, aunque no puede hibridarse con las autóctonas, sí causó graves daños por la transmisión de enfermedades y las alteraciones en el ecosistema.
El lucio, introducido en León en los años 50 procedente de Francia, llegó incluso a amenazar la población de truchas autóctonas de toda la cuenca del Esla. También la introducción del cangrejo rojo en los años 60 ha supuesto la práctica desaparición del cangrejo autóctono, que está considerado especie vulnerable.
Desde el viernes 17, y según el Real Decreto de 2013, está prohibida la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos de estas especies, así como su introducción en el medio natural. La consejería ya ha tomado las primeras medidas. Desde el próximo lunes ya no se podrán pescar estas especies y es obligado destruirlas —también queda prohibida la pesca sin muerte y su devolución al río—. Además, sus restos tampoco podrán ser utilizados como cebo.
Mesa de trabajo
Desde el ministerio ya se ha anunciado que se creará una mesa de trabajo con la Plataforma en defensa de la pesca para encontrar una solución «equilibrada» entre el respeto al medio ambiente y la actividad económica que genera la pesca.
Los colectivos de pescadores aseguran que la tarea de erradicar dichas especies es inabarcable, además de muy costosa económicamente y que su desaparición dejaría nuevos «agujeros ecológicos» en el ecosistema.
Respecto al visón americano, desde la entrada en vigor de los términos de la sentencia, ya no se pueden conceder autorizaciones para la apertura de nuevas granjas o la ampliación de las ya existentes.