La subasta cierra el alquiler de fincas a Rodríguez para ampliar la fábrica

a.g. valencia | huerga

Formalizado. Un mes después de que las llamas devoraran parte de la fábrica de Embutidos Rodríguez, en el municipio de Soto de la Vega, la empresa cerró ayer con la junta vecinal de Huerga de Garaballes el alquiler de unas fincas para la ampliación de las instalaciones. La operación de arrendamiento, que fue aprobada en concejo hace unas semanas, se abrió a subasta pública, según marca la ley, sin que ningún otro interesado presentara plica. La subasta, celebrada en la Casa del Pueblo, partió de 8.000 euros, como aprobaron los vecinos.

De este modo, y una vez finalizados los trámites entre las dos partes, la empresa abonará a la junta vecinal de Huerga de Garaballes 2.420 euros al trimestre, durante 25 años. Una cuantía por el alquiler de dos hectáreas de terreno, que se irá actualizando según el IPC.

Así, la pedanía ingresará al año más de 8.000 euros por el arrendamiento de las parcelas por las que ahora percibía una cantidad mucho menor. Aunque en las negociaciones la junta vecinal propuso a la cárnica el abono de 2.000 euros mensuales por las fincas, finalmente ha quedado esta cantidad, más IVA, pero al trimestre. Un extremo que también fue consultado en el concejo y que recibió el beneplácito de la mayoría de los asistentes.

El primer paso que ayer se dio en la subasta fue que la actual arrendataria de los terrenos renunciara a ellos. Formalizado este trámite se conoció la plica de Rodríguez, siendo la única que concurrió, adjudicándole los terrenos.

Embutidos Rodríguez ya puede disponer de las fincas, a falta sólo de que el notario suscriba el contrato que ayer avalaron las dos partes, convencidas de que es una buena operación tanto para la empresa, como para el pueblo y los vecinos, según explicó el pedáneo, Melchor González.

El procedimiento, que ahora ya es firme, permitirá a Embutidos Rodríguez aumentar su superficie, lo que se traducirá en un incremento del espacio para la sala de despiece, así como duplicar la sala de congelado —ambas instalaciones resultaron calcinadas en el incendio— y aumentar la producción. La ampliación prevé mantener las líneas de producto, aunque supondrá la posibilidad de adecuar la fábrica a las nuevas tecnologías, con la instalación de líneas robotizadas.

Según el contrato, en la parte alquilada, la empresa podrá hacer un aparcamiento de camiones, además deberá vallarlo e iluminarlo. También tendrá que depositar un aval por si la actividad económica cesa antes de los 25 años establecidos.