«Estoy seguro del éxito de los lupuleros ante la reconversión»
Con un 98% de la producción nacional, León «cultiva en condiciones muy buenas», tanto por el suelo como por el clima, pero precisa «un cambio tecnológico que no se ha producido en España con la rapidez e intensidad que demandaba el mercado». El director general de Hospteiner España, José Antonio Magadán, confía plenamente en que los lupuleros de León sabrán afrontarán con éxito el cambio que afrontan. «Estoy seguro de su éxito».
Magadán no facilita cantidades para la reconversión del sector, dado que «estamos en la fase de elaboración del proyecto y no tenemos una cifras de inversión», explicó. En cualquier caso, «queremos llegar a todos los cultivadores. Crear un proyecto válido para todas las explotaciones».
De momento, las instalaciones de Hospteiner en Villanueva de Carrizo «son suficientes» para la producción actual. Pero con el nuevo proyecto «será necesario construir», bien en Villanueva o en otros municipios.
La expansión del cultivo a otras zonas de la provincia «es posible». León tuvo explotaciones desde el Órbigo al Esla y «en otras zonas de Castilla y León se puede dar». Magadán apunta que un estudio sobre la adaptación del lúpulo a los nuevos regadíos del Esla llevó el cultivo a Castrovega de Valmadrigal, en el municipio de Valverde-Enrique, donde la explotación que sirvió de prueba se mantiene y ha aumentado en superficie. Galicia, Navarra, Burgos y La Rioja también cultivan esta materia prima de la cerveza.
Parte del público español empieza a conocer ahora el lúpulo. «En otros países, las etiquetas no sólo hacen referencia al contenido en lúpulo, sino que incluso informan sobre qué variedad se ha utilizado», explica Magadán. El lúpulo «es el alma de la cerveza, la materia prima imprescindible», pese a que en cantidad sea menor.