toros en valdepiélago
Más voluntad que bravura en el albero
El homenaje a Joselillo se salda con una oreja para el rejoneador aragonés Mario Pérez Langa y otra para el diestro segoviano Javier Herrero.
J.A.B. Planillo | Valdepiélago
El homenaje a Laurentino José López, Joselillo , natural de Nocedo de Curueño y mito en los cosos mexicanos —falleció en la Monumental de México—, volvió a congregar a un numeroso público en Valdepiélago, que le recuerda desde hace una docena de años.
La suerte para los espectadores fue la falta de sol. Los aficionados disfrutaron de una hermosa corrida de toros y rejoneo, en la que los diestros pusieron todo su empeño, acompañados por los aplausos y vítores del público y las notas de la Banda Municipal de Música de Santa María del Páramo.
Se lidiaron cuatro toros de la ganadería de los Hermanos Boyano Martínez y dos de Ana Isabel Vicente, que no acompañaron en las lides a los maestros.
El gran triunfador de la tarde fue el rejoneador de Calatayud, Mario Pérez Langa, al que le costó mucho arrancar algo al primer toro de la tarde, pese a las cabriolas de su montura, apático durante la faena. Sin embargo, en el cuarto, la res salió con mucha fuerza desde el principio, lo que facilitó un buen trabajo del aragonés, al que el respetable premió con una oreja.
El segoviano Javier Herrero mostró maneras con el segundo ante un enemigo que no colaboraba. Falló a la hora matar. Un mal quinto no le impidió trenzar una buena labor y no volvió a fallar en la culminación, por lo que logró un apéndice.
Peor suerte tuvo el joven salmantino Manuel Martín. Buena faena con el tercero, pero varios intentos con la espada dieron al traste con su faena. En el último de la tarde, los buenos recortes se encontraron con los mismos errores que en el anterior y se fue con las manos vacías.