TORNEROS DE LA VALDERÍA
El Teleno revive el desastre de 2012 por el incendio que causó un rayo
La rápida intervención permite salvar un castañar centenario
A.G. Valencia / a. Domingo
La Bañeza / Redacción
Castrocontrigo recordó ayer las negras jornadas del verano de 2012, cuando 12.700 hectáreas ardieron por un fuego que se originó en la localidad de Torneros de la Valdería. Pero en esta ocasión, se consiguió controlar las llamas y, al contrario que entonces, no fue un pirómano —como se piensa— el que prendió el monte, sino un rayo. Se estima que alrededor de 170 hectáreas hayan ardido —en su mayoría matorral y monte bajo—, si bien aún no se dispone de datos oficiales. Unas 22 hectáreas se quemaron cerca de Torneros, mientras que el resto del área afectada se extiende hacia el arroyo Serranos.
A los vecinos de Torneros que tomaban la fresca poco antes de las diez de la noche del sábado en la terraza del Bar Etna, junto a la carretera de La Baña, les faltó tiempo para ir a defender el monte. Vieron cómo la descarga unía cielo y tierra y el resplandor de las llamas en la zona de los castaños centenarios.
Acostumbrados a este tipo de sucesos, todo hubiera quedado en un conato o poco más si el viento no hubiera avivado las llamas. El pedáneo, Carlos Morán, destacó la coincidencia de que al iniciarse el fuego «una brigada de tierra que se retiraba» retomara la faena junto a los vecinos, que trataban de contener el fuego con los medios a su alcance: mochilas y batefuegos, a los que se unirían luego los servicios de extinción e incluso la ayuda de la motobomba con la que el Ayuntamiento de Castrocontrigo hace frente a los fuegos.
Se temía por unos castaño que son orgullo del pueblo —una pista forestal les libró de carbonizarse—, por los pinos que respetó la catástrofe del 2012 y que se comenzaron a resinar ante las pérdidas sufridas, así como por las reforestaciones realizadas desde entonces y por el pinar de Justel, municipio zamorano vecino. De ahí que el operativo desplegado contase con numerosos medios. Tres retenes de maquinaria pesada —algunos testigos señalan que la llegada del primer bulldozer fue decisiva en el control de las llamas, tres autobombas y siete cuadrilla de tierra —cada una está formada por siete brigadistas y un capataz—. Con la luz del día, se incorporó a las labores de extinción el helicóptero de la base de Rabanal del Camino. Finalmente, el fuego no alcanzó la provincia vecina.
Ayer por la tarde se reactivó la alarma. Las BRIF con base en Tabuyo del Monte se trasladaron en helicóptero hasta el lugar. Por otra parte, dos brigadistas que refrescaban la zona resultaron heridos al caer la motobomba con la que trabajaban por un terraplén. Fueron trasladados al Hospital de León.