La peñas apuestan por la burrada

JOSÉ Mª CAMPOS | BOÑAR

Coincidiendo con las fiestas patronales en honor a san Roque, Boñar celebró ayer la tradicional burrada: Una carrera de jumentos que estuvo amenizada por la charanga de Cistierna Charangandules y las peñas de la villa. La prueba consiste en dar dos vueltas a la plaza del Negrillón a lomos de un burro o burra. Cinco ejemplares se situaron en la línea de salida en esta edición.

Los premios fueron entregados por Carrete, acompañado por su hija Sofía, quien ha sido el alma de esta carrera durante años. El primer clasificado de la burrada de Boñar fue ‘Lorca’, montado por Diego Alonso, que vuelve a repetir tras haber ganado el año pasado. El segundo clasificado fue el burro ‘Marcelo’, de la Vega de Boñar, montado por Luisín Manín. Tercer clasificada fue la burra Chupi, que estuvo dirigida por Javi y montada por Andresín.

La burrada tiene una historia y tradición en Boñar de más de medio siglo. Era una carrera como tal, con premios. Se tenían que dar varias vueltas a la plaza del Negrillón. El chico iba vestido de chica y la chica vestida de chico y se turnaban a lomos del burro. Tras un tiempo sin celebrarse, hace unos treinta años un grupo de jóvenes de Boñar y del barrio de las Ollas, capitaneados por el Toño el Tejero, quisieron retomarla pero le dieron un toque persona: los jinetes y participantes tenían que ir disfrazados. Cualquier disfraz valía. Posteriormente otro grupo de jóvenes como Carrete, Óscar Tena y Manín dan continuidad a esta tradición. El ambiente de fiesta y los disfraces hacen que esta carrera adquiera un toque simpático y logran que sea el acto con mayor concentración de gente. Entonces era complicado hacerse con los burros según cuenta Carrete. Ahora el relevo lo han tomado las peñas de Boñar. Conseguir los animales es más fácil, pues Carrete y Manín cuenta con ganadería.