A pocos meses de inaugurar la sede que recoge todo su legado artístico
La Fundación Cerezales Antonino y Cinia emitió ayer un comunicado para expresar su pesar por la pérdida de su fundador y presidente de honor, al tiempo que resaltó sus estrechos vínculos con la educación, la cultura y la conservación y los valores que dotan de vida al medio rural.
Como reza el propio comunicado, Cerezales del Condado, su pueblo natal, era «una pasión y una ineludible referencia vital» para Antonino Fernández. Una pasión que se materializó en 2008 con la creación en 2008 de una institución orientada a la cultura y el arte contemporáneo, el sonido y la música, y la etnoeducación. «Quienes han formado, forman y formarán parte de las actividades de la fundación comparten inquietudes, discrepancias, certezas, dudas y perspectivas que nos han de ayudar a encarar el presente y el futuro. Fortalecer espacios para el diálogo con esta base es, sin duda, un legado con el que nos sentimos comprometidos».
La fundación inaugurará en 2017 su sede definitiva, una impresionante construcción de 3.000 metros cuadrados y cuatro millones de inversión, que recoge toda la filosofía innovadora de su precursor.