Los autónomos de Rodríguez urgen las ayudas porque «la situación es grave»
La promesa se hizo en julio y ya llevan tres meses esperando por el cumplimiento.
a.g. valencia | león
«Desesperante» es la palabra que mejor define la situación por la que atraviesan muchos de los autónomos que en mayo vieron como el incendio de la planta de Embutidos Rodríguez, donde hasta entonces trabajaban, se llevaba por delante sus expectativas de futuro más cercanas. Han pasado cinco meses desde que las llamas provocaran un punto y aparte en la vida de estos casi 300 autónomos y tres desde que la Junta anunciara un paquete de ayudas para tratar de paliar la situación de estos trabajadores.
Un fondo de un millón de euros, aportados por la institución autonómica, Embutidos Rodríguez y la cooperativa Servicarne, que aglutina a los autónomos. «Hoy se cumplen tres meses de aquel anuncio», explica uno de los afectados, que asegura que para muchas personas la situación ya es acuciante. «Después de cinco meses sin ingresos hay muchas familias con el agua al cuello», comenta otro.
«Las ayudas resultan fundamentales, es ya una cuestión de necesidad», subraya un tercer autónomo. También desde los sindicatos han solicitado en varias ocasiones conocer cómo se encuentra el convenio —que tienen que suscribir todas las partes para que sea la Fundación de Familia quien gestionase el reparto— para que los trabajadores reciban los montantes acordados.
Los autónomos también destacan que una de las soluciones que se les ofrecieron en las reuniones que se celebraron en Astorga antes del verano fue acogerse a créditos blandos, pero «¿Quién en el paro va a solicitarlo?», argumentan. Los trabajadores se ven, en muchos casos, en una situación desesperada «y muy grave» y esperan que pronto de las palabras se pase a los hechos.
Actuaciones
Desde que en mayo, el fuego asolara la planta de Embutidos Rodríguez en Riego de la Vega, los autónomos, la mayoría de trabajadores de esta factoría, han llevado a cabo diferentes medidas para tratar de que su situación no se olvide. Desde recogida de firmas hasta una manifestación que se celebró por las calles del centro de León, a principios de verano. Concentraciones, reuniones y compromisos que esperan se cumplan cuanto antes «porque hay familias enteras que no tienen ni un duro», dicen.
El siniestro de la planta, ubicada en Soto de la Vega, también ha abierto el debate por el modelo cooperativista, muy frecuente en las industrias cárnicas.