Un gigante con pies de hierro, oro y carbón

maría j. muñiz | león

León escarba en sus entrañas en busca de riqueza desde que tiene memoria. Porque riqueza tiene. Alguna se ha explotado a gran escala (oro, carbón, pizarra); otra se quedó en un sueño industrial (hierro, wolframio); la mayor parte se mueve en los vaivenes de la construcción, a la que sirve. Mientras por todo el país resurgen los proyectos de investigación para arañar cuanto de riqueza han ido acumulando los siglos bajo el suelo hoy visible, León se aferra a sus excavaciones actuales, se prepara para abandonar algunas en función de los criterios de rentabilidad y sigue acunando esperanzas sobre potenciales que no encuentran quién invierta en ellos. Rentabilidad es lo que parece que falta a muchas vetas de riqueza que esconde el subsuelo leonés para encontrar quién aflore sus tesoros.

Si se exceptúan la antracita, la hulla y la pizarra, y más allá de la multiplicación de graveras y canteras, la riqueza del suelo leonés tiene nombres propios que ya han protagonizado otras épocas de la historia. La de los romanos, y su ingenio y empeño en sacar el oro de Las Médulas. Esas galerías sólo movieron una quinta parte del terreno que se calcula que atesora el preciado mineral. Quedan muchos kilos de oro en las montañas leonesas.

Y muchos más de hierro. El maltrecho sueño de Lazúrtegui y su ‘nueva Vizcaya’ apenas consiguió remover un 5% de las reservas de hierro que se calcula que existen entre Astorga y Ponferrada. El resto, 260 millones de toneladas de yacimientos, sigue ahí.

Metales, minerales, aguas, piedras,... Que explotan miles de trabajadores directos, que a su vez mueven un enorme volumen de actividad indirecta. El gran engranaje de la minería, de toda la minería, leonesa.

El ‘Panorama minero’ que ha publicado el Instituto Geológico y Minero de España actualiza el escenario de explotaciones de recursos minerales en el país. Refleja los principales yacimientos de los minerales más demandados por el mercado, y cómo se han ido articulando las explotaciones, de la mano de proyectos de investigación y apuestas de inversión tanto nacionales como, cada vez en mayor medida, internacionales.

En el caso de la provincia de León la atención se centra sobre todo en la actualidad y las reservas de los minerales energéticos y de la pizarra. En el primer caso, evidencia que la provincia cuenta con la mayor reserva de hulla y antracita del país; y que la condena de las explotaciones no rentables dejará enterradas (más allá de lo que puedan arañar las minas a cielo abierto) unas reservas de 1.341 millones de toneladas en las cuencas de Villablino, El Bierzo y el Norte de León.

En el caso de la pizarra, España ocupa el primer lugar en el mercado mundial de esta piedra, y León acapara el 33% (según el último ejercicio) de la producción nacional. En 2013 León produjo 212.582 toneladas en 25 explotaciones, que facturaron más de 69 millones de euros.

A parte de estos dos sectores el informe nacional se refiere al abandono de la producción de talco en 2010, último año de actividad de la mina leonesa, cuando produjo algo más de 40.000 toneladas. El 77% de la producción nacional. Sólo queda una mina en Málaga, que produce hoy una cuarta parte de lo que generaba la explotación leonesa; y el Inventario Nacional de Recursos de Talco calcula que existen 5,6 millones de toneladas de recursos identificados.

En detalle

El informe del Instituto Geológico y Minero ofrece una visión global y se centra en los grandes proyectos, lo que deja fuera de foco la realidad más cercana de lo que los recursos mineros leoneses ofrecen. Sí constata tendencias generales: mientras crece el valor de la minería metálica y de rocas ornamentales sigue desplomado el de las canteras y, en menor medida, el de los minerales industriales. Constata, paradógicamente, que crece el valor de los recursos energéticos (mientras se cierran las minas leonesas).

Una visión mucho más cercana ofrece el análisis de recursos que realiza la Sociedad de Investigación y Explotación Minera de Castilla y León (Siemcalsa), que para empezar destaca que la variedad de recursos minerales tanto de la provincia como del conjunto de la Comunidad está «muy poco valorado»; y es más conocido «por los conflictos sociales o medioambientales que por la gran incidencia que tiene en la economía de la región».

En el caso de la provincia de León, sólo un repaso rápido puede dar idea tanto de la riqueza como del desconocimiento. Más allá del carbón, pizarra, oro, hierro, wolframio o talco, el suelo leonés es rico y ha explotado y explota antimonio, arsénico, cinc, cobalto, cobre, manganeso, mercurio, níquel, plomo, arcillas, arenas silíceas, barita caliza, fluorita, cuarcita, mármoles,...

El último recuento de explotaciones mineras activas en la provincia (que habrá sufrido alguna merma porque el carbón y la construcción eran dos de sus principales actividades, y están a la cabeza del declive de la actividad en la provincia en los últimos años) fijaba en 104 las ubicadas en la provincia, el mayor número dentro de las 510 del total de Castilla y León.

León está a la cabeza de la Comunidad en explotaciones de piedra natural (con 43), energía (con 20) y aguas minerales (con 6). Tiene otras 25 de áridos y diez más de minería industrial, según Siemcalsa.

minería industrial

Dentro de la minería industrial una buena parte de la producción de caliza (un 85% concretamente) se destina a la fabricación de cementos. De hecho León tiene dos de las tres fábricas de cementos de la Comunidad, Cementos Cosmos en la localidad berciana de Toral de los Vados, y Cementos Tudela Veguín en La Robla.

La producción leonesa destaca también en las arcillas. La fabricación de tejas y ladrilos fue tradicionalmente una actividad extendida en la provincia, basada en empresas familiares. Que han ido desapareciendo, pero que también se fortaleció con la planta de Ceranor en Valencia de Don Juan, la primera en su sector dentro de la Comunidad.

Dentro del apartado de cerámicas el informe del Instituto Geológico destaca también la actividad de Cerámicas González Carreño en la provincia.

Entre las explotaciones industriales se encuentra también Minas de Valdecastillo, que extrae cuarcitas que se utilizan como arenas silíceas, principalmente para la fabricación de vidrio. Es propiedad y proveedor de BA Vidrio, la vidriera ubicada en León e integrada en el grupo portugués en pleno proceso de expansión.

Dentro de este apartado minero se encuentran también las minas de fluorita (que se utilizan también en la industria del vidrio y como fundente en metalurgia).

empleo

En todo caso, el Instituto Geológico y Minero destaca la continua reducción del ‘pueble minero’ (los operarios que laborean en las minas) en los últimos años, con una reducción general del empleo que se salda con cifras de más de dos dígitos en cada uno de los ejercicios. Las minas de carbón y las canteras lo han sufrido con mayor dureza.