Acaba el Life del urogallo sin datos sobre la situación real de la especie
La gestión pasa a las comunidades autónomas que anuncian el primer censo oficial en 2017.
Sólo hay datos estimativos que apuntan a la existencia de entre 200 y 300 ejemplares en la cordillera. DL
m. carnero/j.m. Campos | león
La Fundación Biodiversidad y los socios del proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico celebraron ayer en la localidad asturiana de Ponga un encuentro para analizar los seis años de trabajo para frenar el declive de esta emblemática especie de la Cordillera Cantábrica.
El director del proyecto y subdirector de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Ignacio Torres, señaló que este proyecto, que concluye en diciembre de este año, ha permitido sentar las bases de la conservación futura de la especie, en base a la experiencia y al conocimiento técnico adquirido en la ejecución de las actuaciones.
Sin embargo, y a pesar de la importante información ecológica y biológica recopilada durante estos seis años, sigue sin haber datos oficiales sobre la situación real de la especie. Tan solo se especifica, como conclusión final, que ha desaparecido del 70% de los lugares que ocupaba hace apenas tres décadas, y que se estima que quedan entre 200 y 300 machos en toda la Cordillera Cantábrica.
A partir de ahora, la gestión para evitar que esta especie desaparezca queda en manos del ministerio y de las comunidades autónomas, que ya han anunciado su intención de unirse para elaborar en 2017 en primer gran censo oficial de la Cordillera Cantábrica.
Como logros del programa se han destacado los esfuerzos de la administración estatal, las comunidades autónomas de Cantabria, Principado de Asturias y Castilla y León, la sociedad civil y el sector empresarial en la conservación de esta subespecie endémica de la cordillera Cantábrica, así como la participación local en los 19 proyectos de custodia del territorio que se han llevado a cabo.
Favorecer el hábitat
Por lo que se refiere a medias concretas se han realizado tratamientos selvícolas en más de 500 hectáreas para favorecer el hábitat del urogallo. En este sentido, tras los trabajos realizados para frenar las molestias humanas en Alto Sil y Omaña, se hallaron huevos eclosionados y ejemplares. Los urogallos han permanecido en los lugares donde había presencia de ejemplares y han ocupado algunas zonas tratadas aledañas.
Con el objetivo de reducir las amenazas del urogallo, se han retirado o señalizado 60 kilómetros de vallados peligrosos y se ha actuado para eliminar el riesgo de electrocución y reducir el impacto acústico de la subestación eléctrica situada en el Puerto de Panderruedas.
También se han dado a conocer las actuaciones del programa de cría en cautividad como medida complementaria a la gestión del hábitat. El centro de Sobrescobio, que alberga 22 ejemplares, cuenta con un stock genético y cautivo de la especie y datos de interés sobre su comportamiento y ecología. El programa de cría también cuenta con un ejemplar cautivo en el centro de recuperación de fauna silvestre de Cantabria.
Entre los hitos de este último año, se ha destacado el nacimiento de dos pollos procedentes de la retirada parcial de una puesta del medio silvestre. Se trata de la primera vez que se extrae una puesta del medio en el marco del Life+ Urogallo cantábrico, dentro del programa de captura, marcaje y retirada de puestas. Además, se han reintroducido por primera vez urogallos en el medio silvestre, aunque sin éxito de supervivencia.