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La Cepeda resurge de la tragedia

La Fundación Patrimonio Natural y La Caixa han invertido 115.000 euros en restaurar parte de las dos mil hectáreas arrasadas por el fuego en 2015 Se han plantado 48.000 árboles.

El incendio se produjo en julio de 2015 y tuvo unas consecuencias terribles para la zona donde se encuentran los urogallos. MARCIANO/FPN

Publicado por
León

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maría carnero | data

El 13 de julio de 2015 tuvo lugar un devastador incendio forestal en la comarca de La Cepeda, que asoló más de 2.000 hectáreas del llamado Pinar de Villameca, entre las localidades de Palaciosmil y Quintana del Castillo. Los efectos inmediatos del incendio fue la pérdida de la masa vegetal, con el consiguiente daño al hábitat del urogallo, la grave afección la paisaje y la pérdida de suelo en procesos erosivos, pérdida de fauna, daños en cultivos, etc, afectando por otro lado al desarrollo socioeconómico de la zona.

Año y medio después acaba de terminar la restauración ambiental de parte de esa zona, concretamente 44,4 hectáreas, gracias a un proyecto llevado a cabo por la Fundación Patrimonio Natural y La Caixa, mediante el cual se han invertido en más de 115.000 euros en repoblar y adecuar la zona con la plantación de 48.000 árboles de cuatro especies diferentes.

Esta no es la única actuación realizada en la zona del incendio, desde el otoño del año 2015, se vinieron realizado diversos trabajos de recuperación de la zona afectada por el incendio, como la construcción de diques y albarradas con el objeto de evitar erosiones en los meses posteriores al incendio, la corta y saca de la madera afectada por el incendio, la recogida y colocación en líneas de nivel para evitar erosiones de los restos procedentes de las cortas de arbolado quemado, la eliminación de restos procedentes de las cortas de arbolado y el arreglo de infraestructuras existentes, principalmente pistas forestales y caminos agrícolas.

Mayor concectividad

Este proyecto se ha completado con la repoblación de parte de la zona quemada, en especial de la que afecta al hábitat del urogallo, por lo que se espera mejorar la circulación de esta especie, en serio problema de extinción, y de facilitar su acceso a la alimentación.

Por lo tanto, la mejora se traducirá en la repoblación de parte de la superficie quemada, sobre todo en las zonas de más interés desde el punto de vista de la conectividad, de la zona no quemada y que era utilizada por el urogallo en la zona sur de la Zepa (Zona de Especial Protección de las Aves) Omañas haciendo coincidir estar repoblaciones con los bordes de las formaciones forestales que se han salvado del incendio intentando dar conectividad a toda la ladera sur y a su vez conectando con las masas maduras del valle de Valdesamario.

Desde el inicio del incendio en julio de 2015, ya pasados el otoño y el invierno y ya realizadas varias actuaciones encaminadas a la restauración hidrológico forestal así como la saca de arbolado existente en varias zonas de la superficie afectada por el incendio se observa que el rebrote de las masas de Quecus pyrenaica se está produciendo de forma satisfactoria, siendo necesaria repoblar las zonas de pinar existentes ya que no se observa regeneración natural. Esta masas de pinar en las partes altas de la zona incendiada se consideran esenciales para el hábitat del urogallo. También se considera importante repoblar con especies de frondosas como abedules, tejos y cerezos en bosquetes en zonas húmedas.

En las zonas a repoblar la altitud oscila entre los 1.200 y 1400 m de altura siendo la pendiente media, en las zonas a repoblar del 35%. La zona de actuación se encuentra en el municipio de Quintana del Castillo, y pertenece a la Cuenca Hidrográfica del Duero.

La ladera donde se ubica la plantación pertenece a la cuenca del río Tuerto, afluente del río Órbigo. En la zona de actuación existen dos arroyos (El Oseo y el Escandal), los cuales son afluentes del río Villarmeriel y este del río De Las Huelgas el cual desemboca en el río Tuerto. El embalse de Villameca se encuentra en el entorno de la zona de actuación. Una parte de las laderas afectadas por el incendio vierten sus aguas hacia este pantano

Una de las primeras actuaciones, que se desarrollaron en la zona que sufrió los efectos del incendio del verano de 2015, fue su corta y saca de los fustes con la eliminación de los restos procedentes de la corta de estos pies de Pino Sylvestris. También existía una masa importante de Quercus pyrenaica, los cuales están rebrotando en un porcentaje considerable, con lo cual su supervivencia parece asegurada.

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