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miles de caras y una pasión

Unidos por el mismo sentimiento carnavalero

La musa de esta edición, María García, abre el gran desfile que reúne a más de sesenta grupos, rendidos a la magia más auténtica de Don Carnal.

María García, la musa del Carnaval de este año, preside el desfile del martes desde la carroza más alta y acompañada del Grupo Salsa. MARCIANO PÉREZ

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León

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a.g. valencia | la bañeza

Y llegó el gran día. Don Carnal se hizo Bañeza y la ciudad, carnavalera. Miles de caras y un sentimiento, una pasión que cruza fronteras y que le ha valido a la localidad la custodia de uno de los mejores carnavales. Muchas horas de trabajo, cientos y cientos de puntadas y las ganas compartidas de diversión y disfrute. La ciudad volvió a unirse como sólo ella sabe hacerlo y así el Martes de Carnaval plantó cara a la climatología y salió por la puerta grande. Los carnavaleros, ellos son los protagonistas. Ellos, los que un año más, arroparon a su musa en la carroza más alta del desfile. María García abrió la comitiva acompañada de los integrantes de Salsa, el grupo que la vio dar sus primeros pasos como carnavalera. Vestida de blanco y dorado, la inspiración de Don Carnal guió los pasos de los fieles de la fiesta en una impresionante comitiva que se prolongó durante más de tres horas.

La música y las charangas pusieron la banda sonora al desfile y el confeti y la ilusión compartida hicieron el resto. Desde unas elegantes brujas hasta una legión de policías y ladrones, miles de personas hicieron posible el despliegue carnavalero que ayer vivió la ciudad. La mascarada puede presumir de presente y tiene garantizado el futuro. Son muchos los que viven esta cita desde la primera puntada y muchos lo que hoy, tras enterrar a la sardina, podrán de nuevo el contador marcha atrás para empezar a pensar ya en la próxima cita con Don Carnal.

Ayer no faltaron los búhos ni los camaleones ni los gatos. Tampoco los jugadores de rugby y las animadoras, los globos aerostáticos, los duendes y las hadas, los indios, los vikingos y hasta los surferos que convirtieron el recorrido en una carrera por las olas. Bañadores y atuendos de los más originales, y por supuesto esos carnavaleros que viven la fiesta por libre y que solo siguen el patrón del disfraz que les caracteriza.

Por eso, en medio del desfile hizo acto de presencia el monstruo del río Tuerto o un intrépido ciclista que ya ha salido de marcha a Castrotierra para ir preparando las tradicionales sardinas que el día 1 de mayo se comerán a los pies del santuario. Incluso alguno se animó con una clase de spinning en mitad de la comitiva. La originalidad no pierde cancha y la medalla de oro de filete ruso o un zombie del siglo XXI cautivado por unos móviles también hicieron las delicias del público que, cada vez más, espera con sorpresa de lo que es capaz el ingenio bañezano.

Doña Cuaresma está ya asomando a la vuelta de la esquina, aunque antes habrá que despedir al pez que más vidas tiene. El entierro de la sardina saldrá a las 20.30 del bar Industrial y a su llegada a la plaza Mayor se fallará el concurso de coplas. El lápiz afilado y el escabeche preparado. Don Carnal merece una despedida por todo lo alto, de esas donde hasta el luto es un auténtico disfraz.

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