Hasta 3.500 euros por muerte, 600 menos si el animal queda herido

Hasta el año pasado en las reservas de León no se realizaban subastas de lobo. Fue en la pasada temporada cuando los ayuntamientos de Riaño y Boca de Huérgano comenzaron a sacar a subasta ejemplares de especie como una manera de incrementar los ingresos en las reservas. Los dos ejemplares en Riaño se vendieron por 1.600 y 1.500 euros, mientras que en Boca de Huérgano, el único ejemplar quedó desierto. Hasta ahora lo normal es que la caza de este cánido forme parte de los lotes subastados en las batidas de jabalíes.

Los ingresos obtenidos con la enajenación de los lobos corresponden a los propietarios de los terrenos, de hecho el procedimiento de venta o adjudicación de estas cacerías es de su competencia y lo realizan ellos.

Desde la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Castilla y León se fijan unos precios índices para garantizar que el 15% del valor constituya un recurso dinerario finalista para poder invertirlo en la mejora del territorio, a través del denominado Fondo de Gestión de las Reservas Regionales de Caza. Estos precios índices constituyen un valor de referencia mínima que por lo general son alzados en función de la oferta y de la demanda, en base a mecanismos de subasta presencial, a mano alzada, o subasta electrónica, pujas realizadas a través de www.subastasdecaza.com.

En los Ancares, los precios índices establecidos para las cacerías colectivas de jabalí, con posibilidad de cazar un lobo es de 400 euros. En el caso de Mampodre y Riaño, el precio asciende a 1.000 euros, mientras que las esperas o aguardos al lobo son de 1.500 euros para poder obtener el permiso, más 2.500 euros si finalmente se caza el lobo (600 euros si se dispara al animal y queda herido).