Una confesión profusa en detalles, sin esposar y sin policía presente
¿Por qué Miguel Ángel Muñoz Blas, que tras su detención se declaró inocente, confesó precisamente ante las forenses del caso? Las doctoras respondieron a esta pregunta de la defensa que cuando realizaron la evaluación psicológica del acusado necesitaban conocer los hechos tal y como habían ocurrido para poder evaluar la imputabilidad de Muñoz Blas. «Nos expuso unos hechos inverosímiles y así se lo hicimos saber», señalaron las forenses,
La entrevista se efectuaba sin presencia policial, sin los grilletes en las muñecas del detenido ni la presencia de la juez instructora, matizaron. Sólo cuando se dispuso a declarar solicitaron a la abogada de oficio que estuviera presente. Y la confesión ante la instructora se produjo después.
Frente a un testimonio exculpatorio sin detalles, las forenses reciben un relato preciso, lleno de concreciones e incluso de impresiones subjetivas ante los hechos. Un revelación en la que Muñoz Blas reacciona «como una persona normal».
Tras la entrevista y los test correspondientes, concluyen que Muñoz Blas no sufre alteraciones psicopatológicas, por lo que no comparten las conclusiones de los peritos de la defensa, que se expondrán el jueves, que refieren un trastorno límite de la personalidad, acompañado de episodios de violencia explosiva. Para las forenses se trata de «informes a la carta». El letrado de la defensa pidió que se dé la oportunidad a los especialistas contratados de explicarse.