Más ayudas y menos trabas
Asaja celebró ayer la declaración de la Trashumancia como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, pero puntualiza que ésta se sostiene gracias a una actividad económica y práctica ganadera real que como tal necesita apoyos. «Esta protección en muchos casos ha sido mínima cuando no inexistente, lo que explica que hoy por hoy, la trashumancia en ovino, la que durante siglos ha ocupado las vías pecuarias de la meseta, salvo algunos casos, esté prácticamente a extinguir», denuncia la organización, que afirma que «este tipo de pastoreo está sujeto a multitud de trabas burocráticas que complican el movimiento de animales, así como licencias sobre pastos y multitud de normativas».