Diario de León

Ejemplo de la ingeniería de una época

Cien años soportando la bravura del Esla

El puente de Villafer, que fue inaugurado el 20 de abril de 1917 tras numerosas ampliaciones de tamaño y presupuesto, hoy sigue siendo uno de los pasos principales para salvar el río en el sur de la provincia

Imagen actual del puente de Villafer, con la localidad al fondo, utilizado por todo tipo de vehículos. MEDINA

Imagen actual del puente de Villafer, con la localidad al fondo, utilizado por todo tipo de vehículos. MEDINA

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Armando medina | villafer

Tal día como hoy del año 1917 los vecinos de Villafer celebraron una fiesta por todo lo alto conscientes de que estaban viviendo un acontecimiento histórico. La pequeña distancia que hasta ese momento separaba la zona de campos con la vega del bravo Esla, hasta entonces sólo salvada por una barca, ahora se iba a convertir en un cómodo paso a través de un puente. Un puente de hierro hecho siguiendo el modelo de la ingeniería más moderna de la época marcada por la Torre Eiffel de París. «En el pueblo de Villafer, a 15 de abril de 1917, reunidos los señores concejales que al margen se expresan en casa del señor alcalde, Daniel Vecino Pastor, hasta que esta corporación pueda disponer de local para dichas operaciones. La corporación acuerda que para el día 20 se contrate la música por el concejal D. Gregorio Morán, con el fin de que toque en ese día por ser la inauguración del puente y a la vez se mande al guardia municipal por 23 docenas y media de cohetes de varias clases para ensalzar dicha inauguración y que dichos gastos se pagarán con cargo al capítulo de imprevistos», reza el acta municipal. Llama la atención que se reunieran en casa del alcalde. Y es que el Ayuntamiento, como una escuela y varias viviendas particulares, había sido derruido para abrir la calle que daba acceso al nuevo puente. Días más tarde, el acta de la sesión municipal del 29 de abril afirma: «Se acuerda se extiendan los oportunos libramientos para hacer frente al pago de 140 pesetas del importe de la música y 50 pesetas a favor del pirotécnico de Valderas D. Eulogio Rodríguez, por los cohetes que según nota de dicho señor mandó a este Ayuntamiento para la inauguración del puente». Dos actas que hablan de la relevancia del momento y de los estrictamente que dejaba por escrito cada gasto municipal.

Pero hasta su inauguración las obras no fueron fáciles. El río Esla demostró que cuando se encabrita, la fuerza de sus aguas es descomunal y obligó a cambiar el proyecto inicial con varias ampliaciones.

El puente de Villafer formó parte del proyecto de la carretera que uniría Valderas con la Madrid-La Coruña en las proximidades de Roperuelos del Páramo. En ella se construyó otro puente de similares características, pero más pequeño y con una menor dificultad técnica. El que encuentra en Valderas sobre del río Cea.

El primer proyecto del trazado, que tendría un longitud de 36.555 metros, incluía los dos puentes. Fue redactado en 1898 por el ingeniero Joaquín Ortiz. Estaba divido en cuatro ‘trozos’, que así de decía entonces, según explica Feliciano Martínez Redondo, ex alcalde de Villaquejida, presidente de la asociación El Biendo y uno de los mayores estudiosos del puente. El trozo 1º, desde Valderas a Villafer, de 12,48 kilómetros contaba con un presupuesto de 401.214 pesetas. Incluía el puente de Valderas. El 2º, de 3,42 kilómetros entre Villafer y el Canal del Esla, fue presupuestado en 578.849 pesetas. El trozo 3º iba del Canal del Esla hasta en Valle de Truchillas, con 9.74 kilómetros y 212.173 pesetas de presupuesto. Y el 4º se extendía 10,9 kilómetros entre el Valle de Truchillas y la conexión con la carretera Madrid-La Coruña con 155.435 pesetas de presupuesto. Queda claro que la mayor dificultad estaba en salvar el río Esla con el nuevo puente ya que a pesar de ser el tramo más corto con diferencia, se llevaba el mayor presupuesto, que luego tuvo que ser incrementado considerablemente.

El 17 de octubre de 1907 se adjudicó la obra del 2º trozo al contratista Antonio Rodríguez por 735.887 euros, con el compromiso de ejecutarla en 8 años, aunque el verdadero ingeniero director y ejecutor fue José María Escriña Iracheta hasta su finalización. Las obras comenzaron el 12 de febrero de 1908. Pero pronto surgen los primeros problemas por la bravura del río. En diciembre de 1909 tuvo lugar una de las mayores riadas del siglo XX con enormes destrozos, lo que obliga a la primera modificación seria del proyecto. Los dos arcos metálicos inicialmente previstos pasan a ser cuatro. Fue redactado por el ingeniero Federico Jiménez del Yerro. Aunque la inauguración oficial fue el 20 de abril de 1917, aun no estaba rematada la obra, que se terminó en enero de 1920, siendo la recepción definitiva el 20 de febrero de 1922.

Las varias modificaciones supusieron que de la contrata inicial de 735.887 pesetas para este segundo tramo, al final costase 1.290.573 pesetas. Y de los ocho años que estaba prevista la duración de su construcción, finalmente fueron 13 (de 1907 a 1920), tras varias prórrogas.

En concreto, el puente de Villafer con dos arcos metálicos de 40 metros de luz tuvo un presupuesto inicial de 218.855 pesetas. Al final, con los cuatro arcos metálicos, costó 420.781 pesetas. A lo que hay que añadir el coste de los 20 pontones de 7 metros de luz, que pasó de 294.217 pesetas a 343.064.

Según venía reflejado en el proyecto inicial, el sistema de construcción sería el de tramos metálicos sobre estribos y piedras de fábrica con vigas ‘schwedler’ hiperbólicas. La altura mayor es de 5,5 metros y su distancia entre los ejes de las vigas de 4,63 metros. Su anchura, de 4,40 metros, destinado inicialmente al paso de carruajes. Cuenta con una parte exterior de andenes volados de 1,20 metros.

En su construcción se emplearon toneladas de carbón para mover las máquinas utilizadas que llegaban de Mieres, Alabaña, Caboalles, Ciñera y Cistierna. Se transportaba en tren hasta las estaciones de Benavente y León. Y de allí, en carros de bueyes hasta Villafer.

La piedra de sillería y mampostería se trajo de las canteras de La Pola de Gordón (sillería de mejor calidad) y de Fuentes de Ropel (Zamora) la de mampostería, sobre todo.

Cientos de obreros de localidades cercanas como Villafer, Villaquejida o Cimanes de la Vega trabajaron en las obras como maquinistas, poceros, carpinteros, fogoneros y peones.

Se están organizando decenas de actos para celebrar la efeméride. El primero tendrá lugar este sábado a las siete de la tarde con un concejo abierto en la casa del pueblo de Villafer, organizado por la junta vecinal de la localidad y la Asociación Cultural El Biendo. En agosto tendrán lugar el grueso de los actos. Y se publicará un libro sobre el puente que verá la luz el próximo año.

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