Tradiciones ancestrales
Visitantes que se quedan todo el mes
Jiménez de Jamuz, Astorga, La Cabrera y La Bañeza celebran un año más la tradición de los Mayos, los ‘vecinos’ que siempre llegan por primavera y que homenajean oficios, personajes o reivindican situaciones actuales
Los abuelos de Los Arrieros, en Astorga. DL
a.g. valencia | la bañeza
Reivindicativos, de homenaje, recuerdo, simulando oficios y tradiciones... los Mayos ponen el sello a la primavera en la provincia, sobre todo en las tierras que miran al Teleno. Aunque el buen tiempo se eche de menos estos días, los ‘vecinos’ que siempre vuelven por este mes prometen quedarse al menos hasta el día 31. Los Mayos son una tradición ancestral y en muchos casos tan arraigada como la propia primavera. Originalmente algunas teorías apuntan a que nacieron hace siglos para celebrar el equinoccio, recibiéndolo con ramas y hojas. Una tradición que ha ido evolucionando y que es especialmente significativa en el municipio de Santa Elena de Jamuz. Ayer, en Jiménez, una decena de estas figuras ya estaban listas para simular oficios y labores. La matanza, las cargaderas, los alfareros... nada queda al alzar y como manda la costumbre cada imagen se acompaña de un texto explicativo que suele ir en verso.
En La Bañeza, el maestro Emilio Posada se ha decantado este año por la vertiente más reivindicativa aprovechando el mayo que cada año coloca en el Hogar del Jubilado para exigir el parque comarcal de bomberos profesionales y hacer un guiño a los voluntarios de La Bañeza que siempre están al pie del cañón. Por eso, las figuras se acompañan de los nombres de estos vecinos y en el texto puede leerse: «Por eso con este Mayo queremos reivindicar que sin demoras ni excusas nos doten del parque ya».
En Astorga, La Asociación de Vecinos Los Arrieros homenajean a los abuelos, sustento en muchas familias. De la fachada de la asociación, ella y él esperan pacientes, como ayudan muchos abuelos en el día a día. La asociación lo tiene claro: «Acuérdate, todos los días los ves, siguen siendo los abuelos los mejores pilares del barrio de San Andrés».
Y entre las tierras que miran al Teleno, en varias localidades de La Cabrera la primavera también florece con los Mayos. Un mes para echar la vista atrás y seguir proyectando futuro sobre las tradiciones.
