Aquel 26 de junio del 917 en el que ¿comenzó todo?

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La historia se escribe con renglones torcidos. En Bercianos del Páramo están estos días de importante celebración. Conmemoran el 1.100 aniversario de los primeros documentos escritos que hablan del lugar. Ahí es nada, más de un milenio a sus espaldas. Se trata, como cuenta Luis Pastrana en su obra El Páramo Leonés, introducción histórica, de dos documentos fechados ambos el 26 de junio del 917. En uno se habla de una donación del abad Iquila al monasterio leonés de Santiago de León donde se dice: «Añado también, en Bercianos, en el Páramo, tres villas; de una parte de Mata de Rege, y de otra parte en término de Fontecha, y la tercera parte en término de Roiolo; estas villas con sus habitantes y los que vendrán a habitar...». En el otro documento el obispo Fruminio otorga a la iglesia de León «otra villa en el Órbigo que llama Verceiano...», que se identifica con Bercianos del Páramo.

Está claro; hace 1.100 años ya existían asentamientos de población, entendidas las villas como núcleos de explotaciones agrícolas. Pero que estos sean los primeros documentos escritos no quiere decir que antes no hubiera nadie en estas tierras. Como defendió José Antonio Martínez Reñones, de la editorial Lobo Sapiens y gran estudioso del Páramo, precisamente esas primeras noticias escritas, vienen a confirmar que en esta gran planicie ya existían asentamientos de población, lejos de la imagen que se ha pretendido proyectar de que era una zona casi desértica. Si hay donaciones de villas, con sus gentes, es que alguien vivía en estas tierras. Así pues, el 917 es una fecha importante y un motivo de celebración pero parece claro que no fue el comienzo de todo.

En Bercianos del Páramo están celebrándolo estos días. El miércoles tuvo lugar una representación teatral de «La donación de las villas de Bercianos del Páramo al monasterio de Santiago de León». En el acto participó el propio Martínez Reñones dando su visión histórica.