Todo un pionero para educar en igualdad a mujeres y hombres
Antiguos alumnos y profesores del Instituto de Valderas celebraron ayer el 40 aniversario de un edifico que supuso un revulsivo social en Tierra de Campos.
Foto de familia de los asistentes al homenaje que se realizó ayer en Valderas para conmemorar el 40 aniversario del instituto. DL
ELLE VELADO MORLA | VALDERAS
El Instituto de Valderas celebró ayer su 40 aniversario a lo grande, en un acontecimiento al que asistieron más de 180 personas, incluidos profesores de la época. Una jornada festiva y de reencuentros donde se resaltó la labor del Instituto de Valderas y de su profesorado y especialmente la del que fue durante muchos años director del mismo, César Martínez Martínez.
La celebración —organizada por ex alumnos de la promoción 190/77— fue iniciada por un acto muy emotivo de bienvenida a alumnos y profesores en el Auditorio del antiguo seminario, que fue dirigido por los promotores del acto y antiguos alumnos Pedro Ríos Vallinas y Jaime de Lamo Rubio. Después se recorrió el camino hasta altafría, lugar emblemático de la zona donde se ubica el Instituto, llevándose a cabo una visita guiada por sus instalaciones, seguida por una comida de hermandad y otras actividades lúdicas en torno a la música que acompañó a aquella época.
El Instituto de Valderas, que inicio su actividad académica en el curso 1968/69, supuso un revulsivo social en una zona que abarcó más de cuarenta pueblos en Tierra de Campos y cuya población económicamente estaba muy por debajo de la media del país. Además -y sin que las ideólogos de todo esto se lo hubieran ni siquiera imaginado-, el dicho centro educativo fue un elemento equilibrador de primer orden en materia de igualdad entre hombres y mujeres, en la medida en que en una sociedad anclada en valores tradiciones como los existentes en los años 60 del siglo pasado, la mujer accedió masivamente a la enseñanza laica, siendo de una mayoría numérica incontestable a la masculina.
El origen remoto del Instituto de Valderas se encuentra en el denominado I Plan de Tierra de Campos de 1965, derivado del I Plan de Desarrollo de 1959, de los que se adoptaron en dicha época de gobiernos liderados por los denominados “tecnócratas”. En aquella época, en que España se empeñaba en salir del oscurantismo en que estaba sumida, el que alguien tuviera la idea de construir un centro educativo de Enseñanzas Medias (laico) en una zona tan deprimida como Tierra de Campos, nunca será suficientemente reconocido.