SEQUÍA ■ LAS RESTRICCIONES
El cierre de los arroyos deja sin agua a la población en la Valduerna
Denuncian que la CHD se comprometió a garantizar el consumo humano
Uno de los arroyos o zayas que abastecían de agua al municipio antes de los cortes de junio. DL
PABLO RIOJA | REDACCIÓN
El ‘cierre’ de los arroyos que riegan el municipio de Castrillo de la Valduerna ha provocado que la población lleve diez días con cortes diarios de agua, según denuncian varios vecinos de la zona. De hecho, la situación es tan «alarmante», que la semana pasada hubo dos días seguidos en los que el abastecimiento «brilló por su ausencia», se quejan. Los problemas —aseguran— comenzaron el pasado mes de junio cuando la Confederación Hidrográfica del Duero decidió cerrar las también conocidas como zayas para preservar el caudal principal del río Duerna, una medida que según la propia CHD es habitual durante las etapas estivales, sobre todo cuando los años fluviales no son buenos.
Los primeros daños colaterales los sufrió la fauna piscícola, que quedó «arrasada» ante la falta de agua. Pero ahora, la situación afecta ya al consumo humano. Para tratar de paliar los efectos de la sequía, desde el Ayuntamiento solicitaron a la Diputación la presencia del camión cisterna, que el pasado fin de semana descargó 84.000 litros. «Tuvimos suministro desde las 12.00 a las 16.00 horas pero no sabemos hasta cuándo durará», confirman fuentes del Consistorio. Al parecer, la ausencia de agua prolongada en los arroyos ha provocado que el pozo principal que abastece a la zona se seque por completo, un hecho que no sucedía desde hace tres décadas. Los habitantes de Castrillo y Velilla están indignados porque la CHD les insistió en julio que el cierre de las zayas no afectaría en ningún caso al consumo humano. Algo que finalmente no se ha cumplido.
«Todos los pueblos del valle tienen agua, excepto Castrillo. Aguas arriba, Priaranza y Tabuyo tienen, y aguas abajo, Destriana, Robledo, Robledino, Fresno, Castrotierra, Posada, Valle, Villalís, Miñambres, Palacios. Todos cuentan con un consumo habitual salvo Castrillo y Velilla debido al corte radical de este cauce habitual», remarcan.
Ante la falta de previsión de la CHD, la única solución a corto plazo parece ser la presencia del camión cisterna nuevamente y a medio, que las lluvias hagan acto de presencia, algo que nadie puede prever. Aunque no todas las precipitaciones ayudan. Y es que las fuertes tormentas que asolaron la provincia el pasado fin de semana tampoco han servido para que la situación de los cultivos de la zona mejore. «Se han perdido las cosechas de patatas, de alubias y la mayor parte de los huertos están perdidos», relatan los vecinos.
«Exigimos que las zayas se reabran cuanto antes para evitar que la sequía siga afectando a la población», insisten. «Muchos de los veraneantes se han tenido que ir antes y si seguimos así todos los habitantes tendremos serios problemas», finalizan.