La CE destaca que la reforma de 2006 permite eliminar las cuotas de azúcar
España renunció entonces al 50% de su cupo y empezó a caer el precio de la remolacha.
A.D. / EFE | Redacción
La reestructuración del sector remolachero-azucarero del año 2006 ha servido, a juicio de la Comisión Europea (CE), para afrontar la nueva etapa que se abre ahora, con la eliminación de los cupos nacionales de producción de azúcar. Así lo explicaba ayer un comunicado de la CE en la que se recuerda que a partir de mañana dejarán de estar vigentes las restricciones a la producción.
La reconversión, que se llevó a cabo entre 2006 y 2010, contó con el respaldo de 5.400 millones de euros y en España supuso una reducción de la cuota nacional del 50% a cambio de compensaciones económicas por el abandono del cultivo —Italia y Portugal renunciaron a la totalidad del cupo—, con la consiguiente y paulatina caída de la superficie sembrada, y un punto de inflexión en el precio pagado al agricultor por la remolacha.
Es ante el escenario de la desaparición de cuotas cuando Azucarera ha vuelto a incentivar la siembra entre los agricultores.
Según informó ayer la Agencia EFE, el del azúcar es el último sistema de cuotas agrícolas existente y se ha aplicado durante cerca de 50 años. La liberalización del mercado es una de las medidas adoptadas en la última reforma de la Política Agraria Común, del año 2013.
Para el Ejecutivo comunitario, el final del sistema de cuotas brinda a los productores la posibilidad de «adaptar su producción a las oportunidades comerciales reales», principalmente explorando nuevos mercados de exportación, mientras que en España el reto de las dos industrias azucareras consiste en ganar cuota de mercado interior, que importa más de un millón de toneladas de azúcar cada año.
La CE añadió que el nuevo panorama «simplifica considerablemente» la gestión de la política actual y las cargas administrativas a las que están sometidos los agentes económicos, los productores y los comerciantes.
El fin de los cupos no supondrá, sin embargo, el final del apoyo al sector. Así, el Observatorio del Mercado del Azúcar, facilitará información sobre el mercado y se contemplan medidas para evitar «las perturbaciones inesperadas del mercado», como el arancel de importación en la UE y el apoyo al almacenamiento privado, entre otras medidas.