san cipriano del condado
Nueva oportunidad para ‘Black’
La Protectora de León se ve obligada a hacerse cargo de un perro desnutrido, con graves heridas y abandonado tras años de maltrato .
maría carnero | león
Black es un perro de menos tres años de edad que llegó la semana pasada a la Asociación Protectora de Animales y Plantas de León en una condiciones deplorables. Con las patas prácticamente en carne viva y pus, heridas por todo el cuerpo y severas muestras de malnutrición, fueron varios avisos los que llegaron a la protectora de que un perro en muy malas condiciones deambulaba por San Cipriano del Condado. Detrás de su cara asustada y de sus ojos llenos de ternura está una historia de maltrato y abandono. Según el testimonio de un vecino de la zona, Black, como así lo han bautizado desde la protectora, lleva años sufriendo el maltrato de su dueño, que ante la grave infección que arrastraban las heridas que él mismo le causó decidió abandonarlo para dejarlo morir lentamente.
Por desgracia, el perro no tiene microchip y el dueño del animal niega ser su propietario. De todos modos, desde la protectora no se descarta tomar medidas legales ante lo que consideran un «grave caso de maltrato animal que no debería quedar impune».
Después de las primeras curas, Black está en una casa de acogida, donde a recibe los cuidados que requieren sus heridas y donde se le alimenta poco a poco, ya que su estado de malnutrición le impide comer con normalidad. A pesar de todo el daño que se le ha causado, sus cuidadores destacan que «es un perro muy cariñoso y con ganas de vivir». Si consiguen sacarle adelante, se le buscará un hogar donde reciba el cariño que le ha faltado en toda su corta vida.
No es la primera vez que la protectora de León, que tienen un convenio con el Ayuntamiento de León para recoger los animales de la capital, se hace cargo de animales de la provincia. «Son muchos los municipios que no tienen el convenio suscrito con la Diputación de León, por el cual la institución recoge los animales abandonados, por lo que nos llaman a nosotros para hacernos cargo», explican fuentes de esta asociación. Además, aseguran que el servicio de la Diputación tarda días en recoger a los animales, —vienen desde Valladolid desde que se les avisa— y cuando los perros están en malas condiciones, enfermos o malheridos, en muchos casos terminan muriendo.