Los incendios en Laciana dejan a los ganaderos sin pastos y sin PAC

vanessa araujo | villablino

Los ganaderos de la pedanía lacianiega de Sosas y del área de San Miguel se sienten preocupados ante la falta de disponibilidad de hectáreas de monte de utilidad pública (MUP) en estas zonas para que pasten las reses debido al incendio que se originó el pasado mes de octubre en San Miguel y se extendió hasta Sosas, quemando más de 550 hectáreas de pasto, roble y matorral. Y es que según la normativa vigente de la Junta de Castila y León, los ganaderos no podrán llevar a pastar a sus reses a esas áreas hasta pasados cinco años. Además hay que añadir que los ganaderos no podrán incluir dichos terrenos a la hora de cobrar las ayudas de la PAC, durante un lustro. Si bien, desde la Asociación de Ganaderos pedirán a la Junta de Castilla y León que no aplique la normativa de los cinco años sin poder pastar las reses en esta zona, para paliar de alguna forma los efectos negativos.

Según un ganadero de Sosas, Gustavo Sabugo, con un total de 105 reses vacunas afirma «si antes las hectáreas iban justas, ahora ni te cuento». Si bien, considera que el primer paso sería dar con el culpable del incendio y que se depuraran responsabilidades «ahora el problema lo tenemos los ganaderos, algo que no se puede tolerar». El ganadero recuerda que tanto él como su mujer están en el régimen de autónomos dentro de este sector. «Somos un matrimonio que vivimos de esto, no tenemos más ingresos», sentencia. En este sentido, señala que el pasto se paga en la primavera y después del fuego será «un pasto pagado pero no disfrutado». Además habla de las pérdidas económicas importantes, haciendo referencia a las ayudas de la PAC y de los pastos inservibles hasta dentro de cinco años. Otro ganadero afectado en San Miguel, Nacho Pérez, con un total de 70 cabezas vacunas y cuyos ingresos vienen exclusivamente de esta profesión, afirma que la normativa obliga a que las reses se encuentren dentro de las hectáreas que se solicitan para la PAC, ya que si se lleva a cabo una revisión y no se cumple con este requisito, el ganadero deberá devolver las ayudas de cinco años atrás. Por eso recuerda que el incendio se ha llevado el trabajo de muchas horas, sintiendo una gra.n impotencia. «Dependemos totalmente de esas hectáreas, si nos falla el monte, nos falla todo», lamenta.