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La Diputación espera reeditar en 2018 el plan forestal «con más medios»
Las diez cuadrillas contratadas por la institución provincial limpiaron este año 550 hectáreas.
m. rabanillo | león
La limpieza de las zonas periurbanas de los pueblos y la apertura de franjas contra los incendios en carreteras y caminos rurales son las principales actuaciones en las que se ha centrado este año el Plan de Empleo Forestal Local, desarrollado por la Diputación y que ha permitido la contratación de mayo a noviembre de 48 personas. Se trata de una «labor importante» que debe tener continuidad en 2018, según señaló ayer el vicepresidente de la Diputación Francisco Castañón, quien presentó junto al diputado del área, Francisco Álvarez, el balance del programa. «Es una oportunidad para crear empleo, dinamizar el sector forestal y prevenir incendios», aseveró Castañón, quien detalló que este año han sido 550 las hectáreas en las que se ha actuado con los fondos aportados por la institución provincial y por la Junta de Castilla y León.
En concreto, los 766.000 euros invertidos han permitido contratar diez capataces y 38 operarios, que han formado diez cuadrillas y que estaban dirigidos por una ingeniero forestal, encargada del programar el desarrollo de los trabajos.
Ha sido un plan «muy bien valorado por los alcaldes y la voluntad clara es que tenga continuidad el próximo año y con mayor dotación presupuestaria», recalcó Castañón. Son 148 municipios los que se han beneficiado de este plan, aquellos que se han puesto en contacto con la Diputación para pedir prestados los servicios de las cuadrillas. «Se han atendido todas las peticiones», afirmó el vicepresidente de la Diputación, no sólo en las zonas periurbanas y los caminos, también en tratamientos selvícolas en los Montes de Utilidad Pública, en las riberas de los ríos o en el despeje de cunetas, hasta sumar más de 1.000 intervenciones.
La idea es que se pueda aumentar la prevención en la lucha contra los incendios forestales. «Es lo adecuado en nuestros montes, para que los fuegos no se puedan producir de manera tan fácil», aseguró Castañón, quien reconoció que además de este tipo de trabajos, también es necesaria una labor de concienciación en los pueblos, para mentalizar a los vecinos del daño que supone quemar el monte. «Es necesario hacer una labor pedagógica y cultural», afirmó, especialmente, en la educación de los más jóvenes.