Buscar las claves para la sostenibilidad en el largo plazo del carbón

La plataforma que la próxima semana lanzan las regiones mineras de la UE parte de la base, reconocida por la Comisión Europea, de que el futuro energético de la Unión pasa por el uso del carbón, pero también porque este uso sea sostenible a largo plazo. Según reconoce la propia Comisión, el carbón aporta una cuarta parte de la producción eléctrica que abastece a los países europeos, aunque es evidente que en los últimos años ha vivido un proceso de intenso declive. León es un buen ejemplo de esta decadencia. Y del hecho reconocido por las autoridades europeas de que esta situación «ha llevado al cierre a muchas de las minas de carbón» que durante décadas han abastecido energéticamente al continente.

Según los datos de la Comisión Europea, actualmente hay once países donde la minería del carbón es aún relevante para su economía, que afecta directamente a la supervivencia de 42 regiones. El carbón es el combustible fósil autóctono más abundante en los países comunitarios, y «una fuente de recursos muy importante para las regiones que dependen de él» En Europa el sector emplea directamente en las minas a 240.000 personas en la actualidad.

Sin embargo, «a pesar del uso intensivo del carbón en el mix de generación energética europeo», la Unión Europea «está trabajando en una drástica reducción de las emisiones de CO2». Y eso incluye desde luego a las centrales térmicas. Sin embargo la Comisión insiste en la importancia del desarrollo de la tecnología de captura y almacenamiento de gases contaminantes como «clave para la sostenibilidad a largo plazo del uso del carbón».