Asaja denuncia la reducción del 26% de las urnas de las elecciones agrarias
DL | Redacción
La organización profesional Asaja-León, que concurre a las elecciones agrarias del 11 de febrero, mostró ayer su oposición a la propuesta de distribución de urnas para las votaciones, ya que supone una reducción del 26% con respecto a los anteriores comicios del año 2012.
A juicio de la organización, el recorte significa que la Junta de Castilla y León no incentiva la participación electoral, porque obliga a los electores a desplazamientos a otros municipios y margina a los ganaderos de toda la periferia montañosa, por tratarse de la zona donde más se ha producido «el levantamiento de las urnas».
«No tiene un pase que a los ganaderos de las zonas desfavorecidas de montaña se les margine incluso a la hora de elegir libremente a sus representantes, cuando debería ser la propia Administración quien no escatimase esfuerzos para facilitar la participación electoral a quienes, incluso en circunstancias normales, tienen que recorrer mayores distancias en unas carreteras en peor estado y con el rigor del clima propio de esta época del año», señaló Asaja en un comunicado. Por otra parte, opinó que el agrupamiento de mesas electorales propuesto «no responde a ningún criterio razonable, y parece hecho por alguien que no conoce la geografía provincial y mucho menos la realidad agraria».
«Con ánimo de fastidiar»
El sindicato, que ha manifestado anteriormente que revalidar su mayoría absoluta dependen en gran medida de un alto nivel de participación, «defiende que se mantengan mesas electorales en todos los municipios en los que haya diez o más votantes, algo que en un principio aceptó la consejería de Agricultura. De ser así, se mantendrían 163 mesas electorales, cifra muy parecida a las 170 de hace cinco años». Asaja indica que la decisión definitiva sobre el número de mesas electorales se adoptará el 2 de enero. Asaja denuncia que Agricultura «está organizando este proceso electoral de espaldas a las organizaciones agrarias», actuando en sentido opuesto a las propuestas que realizan, con «ánimo de fastidiar».