Una herencia de más de 250.000 euros permitirá musealizar la Casa Panero

a.g. valencia | astorga

Cultura en apoyo de la cultura. Bien podría ser el resumen final de una historia de apego a Astorga. La de Francisco Fernández Martínez, hijo del compositor Evaristo Fernández Blanco, que falleció en Madrid el pasado mes de octubre dejando a la ciudad un importante patrimonio. Francisco Fernández quiso que sus propiedades y sus ahorros se destinaran al impulso de la Casa Panero. Y así será.

El salón de pleno reunió ayer al alcalde, Arsenio García, a la concejala de Cultura, Emilia Villanueva, y a los dos albaceas de Fernández Martínez, Juan José Alonso Perandones y Marisol Vega. Ellos fueron los encargados de desgranar el proceso y la herencia que ahora queda en manos del Ayuntamiento. El hijo del compositor astorgano ha dejado a la ciudad un piso en el madrileño barrio de Moratalaz, el 50% de los derechos de autor de las obras de su padre, así como sendas y relevantes cuentas corrientes. Todo ello suma una herencia de más de 250.000 euros que cumpliendo con la última voluntad de Francisco se destinarán a la casa familiar de los Panero.

El regidor explicó que una vez se culminen los trámites —la recepción de la herencia irá hoy a Junta de Gobierno y pasará por el Pleno— la cuantía se invertirá en la musealización de la casa. De hecho, sobre la mesa hay un proyecto valorado en algo más de 100.000 euros que contempla todo este proceso. «Esta herencia será el último empujón», señaló ayer el alcalde, quien junto a Juan José Alonso Perendones, miembro de la Asociación de Amigos de la Casa Panero, subrayó que al legado de César Vallejo y parte de los últimos fondos de los Panero, se sumarán los de otras personalidades relevantes de la cultura astorgana, como el de José María Luengo, Luis Alonso Luengo, Ricardo Gullón, Juan Luis Panero y el del propio Evaristo Fernández Blanco. De hecho, la totalidad de los fondos documentales y originales del compositor llegaron a la ciudad en 2006 y están custodiados en la biblioteca desde entonces. El objetivo de la musealización del inmueble pasa también por acercar estos documentos a los investigadores. Además, ronda la idea de constituir una biblioteca de autores astorganos y una hemeroteca.

Un guiño en el inmueble

Aunque el compositor sí nació en Astorga, en la hoy calle de Lorenzo Segura, su hijo ya lo hizo en Madrid, donde desarrolló toda su vida como escaparatista, decorador de cine y en un comercio textil. Fue el cariño que constató que Astorga tenía a su padre lo que motivó que su herencia haya quedado en la ciudad. Astorga le devolverá el gesto recordando su nombre en la Casa Panero.

Francisco Fernández. DL