La ‘dama blanca’ sobrevive en Tierra de Campos

María carnero | león

La lechuza común está más en el punto de mira que nunca, ya que ha sido elegida ave del 2018 por SEO/BirdLife. Se trata de un ave nocturna, protegida a nivel nacional, e incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial lo cual le hace merecedora de una atención particular. Por ejemplo, se prohíbe cualquier actuación hecha con el propósito de darles muerte, capturarlas, perseguirlas o molestarlas, además de la destrucción o deterioro de sus nidos.

Según los ecologistas esta ‘dama blanca’ está en declive, sobre todo en la zona Norte de España, donde la pérdida de población está entre el 13 y el 16 por ciento respecto al 2005. Sin embargo, en la provincia de León la lechuza ha sabido encontrar un hábitat que se adecua a su peculiar modo de vida.

Protagonista de escabrosas historias que la relacionan con la muerte y el mundo de las tinieblas, la estilizada y beneficiosa lechuza común es un eficaz depredador de roedores y pequeñas aves que siente especial predilección por instalarse en la vecindad del hombre, donde ocupa desvanes, ruinas, iglesias y viejas buhardillas. Ave cosmopolita y de dieta poco especializada, esta rapaz nocturna, ha encontrado en la zona de Campos de León, en el sur de la provincia, el lugar idóneo donde vivir. «En esta zona pueden verse muchos ejemplares», confirma el celador de la Junta de Castilla y León, José Manuel Getino, gran conocedor de las especies que habitan en la provincia. Este experto asegura que «se trata de un ave muy dura y resistente, lo garantiza su supervivencia, sobre todo en Tierra de Campos, donde encuentra el hábitat que necesita por la abundancia de topillos».

Por su parte, Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Estudio y Seguimiento de Avifauna de SEO BirdlLife, alerta de que la especie está siendo víctima de la «radical» transformación del medio agrario. «El progresivo abandono rural y los cada vez más agresivos pesticidas y herbicidas, con los que se tratan de eliminar insectos, reptiles y roedores —su principal fuente de alimento— están acelerando su declive hasta llegar a una situación crítica».

Otras de las causas que están mermando la población de lechuzas y que afecta en general a todas las aves, son la electrocución con líneas de alta tensión, y los atropellos , que en el caso de esta especie son frecuentes, ya que al ser aves nocturnas sienten una especial atracción por la luz que desprende los faros de los vehículos.

Del Moral explica además que la lechuza es un «excelente indicador de la calidad del medio ambiente, ya que desaparece si el hábitat no es adecuado o hay demasiada contaminación». También es un insecticida y un ratonticida natural.

Para el responsable de aves de SEO el problema del declive poblacional de la lechuza es «global» por lo que su solución implica a la mismísima Política Agraria Comunitaria (PAC), que en su empeño de fomentar a los grandes latifundistas, perjudica a los pequeños agricultores que son los que preservan el mundo rural, en el que la lechuza encuentra todo lo que necesita para vivir.

Por todo esto, según los ecologistas, la situación de la lechuza evidencia algunos de los problemas sociales y ambientales que atraviesa el medio rural, de los que León no es ajena.