LEÓN ■ INVESTIGACIÓN DE UNA DESAPARICIÓN
Los viajes relámpago del sospechoso de la desaparición de Mari Trini y su bebé
Antonio María da Silva recorrió casi 3.000 kilómetros en siete días desde Ginebra en 1983
Antonio María da Silva, el principal sospechoso de la desaparición de Mari Trini Suardíaz y su hija Beatriz hace 30 años, llevaba una vida agitada. Y dejaba rastro de sus andanzas por escrito de forma meticulosa.
Una agenda recuperada por este periódico en la casa de Berbes (Ribadesella), la última morada en la que se le vio con esposa e hija, da cuenta a lo largo de cinco páginas manuscritas del viaje relámpago que realizó Da Silva en marzo de 1983 entre Ginebra y Zurich pasando por Londres, Amsterdam, otra ciudad holandesa llamada Haarlem y la germana Colonia. Cerca de 3.000 kilómetros en siete días.
El periplo, tal y como aparece en la agenda. comenzó el 19 de marzo en Ginebra, tan solo dos meses y 13 días después de casarse con Mari Trini en la iglesia de La Oliva de Villaviciosa. Las notas están encabezadas por su nombre y la dirección de Matadeón de los Oteros, en la provincia de León, España, apuntó con precisión.
Mari Trini, natural de Bárzana, del concejo asturiano de Villaviciosa le acompañó en 1985 a Suiza y regresó huyendo de los malos tratos que desde los comienzos del matrimonio. Una vecina recuerda que la joven maliayesa llamó a la abuela desde Ginebra: «Feli le dijo que fuera a la embajada de España y regresara en tren a España», como así hizo. En las notas de esta agenda no aparece mencionada para nada Mari Trini. Nombres, direcciones, números de teléfono y días y horas del viaje son anotados con bolígrafo rojo y azul.
La policía baraja la hipótesis de que la fosa o zulo que encontraron en el registro realizado esta semana en la casa de Berbes, ubicada en la calle La Oliva, pudiera estar destinada a ocultar droga o material de contrabando, lo mismo que el baúl metálico que tenía oculto en un agujero que practicó en la casa de Matadeón de los Oteros y que fue descubierto en 1997, al ser derribada la vivienda.
Antonio María da Silva, nacido en la pequeña localidad de Sao Francisco de Asis, Covilha (Portugal), en 1944, ya andaba por el norte de Europa en 1966. En la agenda anota que allí conoció a una mujer que cantaba todas las canciones de Amalia Rodrigues a quien encontró en abril del 83 en el café Paqui, de Ginebra. «El mundo da vueltas como una noria».
Pese a las pistas que dejaba tras de sí, a Antonio María da Silva no le ha resultado escabullirse en los últimos años. Los intentos por localizarle en Portugal dieron resultado negativo a quien era alcalde de Matadeón de los Oteros, Francisco Sánchez, cuando se derribó la casa hace veinte años. En el año 2001, un amigo del padre de Mari Trini, que era guardia civil, también trató de localizar a Da Silva en Portugal y nada encontró. En las diligencias de la búsqueda de Mari Trini y su bebé consta que fue interrogado por la policía portuguesa en 2014 y que habría declarado que no veía a Mari Trini y su hija desde 1987. En su país, la única referencia que tienen de Da Silva es que fue identificado como sin techo en 2013 tras no pagar una factura de una pensión.