El Gobierno analiza la realidad de la minería para comenzar a negociar el futuro en un mes

Desorden y caos acumulados durante los últimos años en la minería, que prácticamente han hecho desaparecer el sector pero que sobre todo hacen que ni siquiera el Gobierno, que tiene encomendada la misión de establecer las directrices de futuro tanto a nivel estatal como europeo, conozca la realidad de las empresas y los trabajadores que tratan de sobrevivir en el negocio del carbón. La secretaría de Estado de Energía se ha dado un mes de plazo, hasta el 28 de febrero, para analizar esta situación y constituir entonces un grupo de trabajo técnico que diseñará el futuro de una actividad ya residual, pero que tiene importantes retos por delante.

Así lo comprometió ayer ante los representantes de UGT y CC OO en la primera reunión del año con el secretario de Estado, Daniel Navia, al que entre otras muchas cuestiones los sindicatos plantearon la necesidad de hacer una valoración de la situación actual en cuanto a empleo, producción, ayudas, planes sociales y situación de las empresas. Fuentes sindicales confirmaron también ayer, tras la reunión en el ministerio que dirige Álvaro Nadal, que tienen solicitado un encuentro con el Instituto para la Reestructuración de las Comarcas Mineras con el objetivo de hablar de la situación «empresa por empresa».

Futuro y trabajadores

El futuro del sector más allá de este año, en el que concluye tanto el Marco de Actuación 2013-2018 como el plazo dado por la Comisión Europea para cerrar definitivamente la minería no rentable, es la gran preocupación de los sindicatos. Que han puesto sobre la mesa ministerial la necesidad de diseñar ya un nuevo marco del carbón, en el que el plan social tiene que tener un protagonismo especial, para aclarar el futuro de los trabajadores que quedan en el sector. De la misma forma que las medidas de reactivación de las comarcas mineras.

Los representantes de CC OO y UGT insistieron ayer ante Navia en la «dramática situación que vive la minería del carbón», y exigieron que a partir de ahora las reuniones se celebren como mínimo con periodicidad mensual; y que a corto plazo se incorpore también la patronal minera Carbunión para diseñar el plan de actuación del sector a partir del próximo año.

Desde los sindicatos insistieron ayer en el desánimo y el esceptismo que reina en el sector minero, «porque en todos estos años de Gobierno del PP no se ha tomado ninguna medida ni se ha cumplido el marco de actuación firmado». Un hastío con el que van a luchar para conseguir soluciones no sólo para los trabajadores que quedan sino para las térmicas y las empresas mineras que subsisten, de forma que tengan el hueco térmico comprometido en el mix de generación y que puedan seguir trabajando más allá de finales de este año.

Sindicatos y ministerio abordaron también el cierre de las centrales térmicas. El secretario de Estado señaló que el Gobierno trabaja para que el decreto que prepara para impedir el cierre de las centrales se modifique y reciba el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

De momento los sindicatos salieron ayer del ministerio con la fecha del 28 de febrero como primera reunión para abordar un nuevo plan del carbón. «No es momento de enredarse en si el marco de actuación en vigor se cumplió o no, o si nos vale ahora. El problema es que los trabajadores actuales no se queden en la calle, y que las minas que tengan posibilidades de sobrevivir puedan hacerlo. También que Bruselas entienda nuestra situación, y acepte la necesidad de establecer nuevos planes de prejugilación», señaló Víctor Fernández, secretario del Sector Minero de Fitac UGT. Que insistió en que aunque tienen «muchas dudas sobre la voluntad real del Gobierno para tomar decisiones políticas», van a mantener el pulso negociador.