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■ MEDIO AMBIENTE

350.000 euros para reforestar La Cabrera, arrasada en verano por el fuego

El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a esa partida para regenerar los terrenos afectados en Benuza y Castrillo de Cabrera

El fuego calcinó durante días los montes de La Cabrera leonesa

Publicado por
REDACCIÓN DIGITAL
León

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El Consejo de Ministros ha aprobado una partida total de 1,35 millones de euros para acometer obras de restauración y paliar los daños ocasionados por incendios forestales del pasado verano. De esta cantidad, se habilitan 350.000 euros para adecuación de cauces y de infraestructuras, tratamiento selvícolas y trabajos de repoblación en los terrenos de Benuza y Castrillo de Cabrera en la provincia leonesa, que sufrieron un incendio en octubre pasado. Ese fuego afectó a 1.941 hectáreas, de las que 723 correspondían a superficie de gran valor ecológico, y pertenece a la demarcación hidrológica Miño-Sil, catalogada en un 85 % como de utilidad pública.

El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) informó de que la mayor cuantía (500.000 euros) se destinará a restablecer la vegetación y evitar la proliferación de plagas y de procesos erosivos en el concejo de Degaña (Asturias), que sufrió un incendio en junio de 2017. El Gobierno ha ratificado la declaración de emergencia para esa zona en la que las llamas arrasaron 1.953 hectáreas de terreno (725, de bosque natural de robles) "altamente sensibles, tanto por la fragilidad de sus terrenos como por las elevadas pendientes donde se sustentan".

Para el incendio forestal que se declaró en agosto de 2017 en el término municipal de Segura de la Sierra (Jaén) -en el ámbito del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas- se destinan 250.000 euros.

El control de plagas y de aguas, así como la adecuación de cauces, de infraestructuras y repoblación serán las actividades que quedan sufragadas con el fondo. El Gobierno ha aprobado otros 250.000 euros para restaurar la zona afectada por el incendio forestal declarado en la isla de Gran Canaria en septiembre pasado. Afectó a más de 2.800 hectáreas (unas 1.000 de terreno arbolado y 1.800 de la Red Natura 2000), ocasionó una víctima mortal e importantes pérdidas de masa forestal en zonas urbanas y agrícolas.