La alegría de los más pequeños se contagia

Don Carnal goza de buena salud. Y tanto. Muestra de ello fue el desfile de ayer por la tarde, ese que saca a la calle a la cantera del Carnaval, a los más pequeños de la casa y a los que aseguran el futuro de la fiesta. Una comitiva que ya preludia el ejército colorido que esta tarde encumbrará a la Musa en el día en el que cumple 19 años.

Sin frío, como debe ser pese a las temperaturas, porque el afán carnavalero puede con todo, los niños fueron los protagonistas. Muchas ratitas presumidas, también ratones, hadas y duendes, hasta Parchís al completo se sumó al desfile.

Los más pequeños impusieron su ley y, ya se sabe, al final familias enteras terminaron desfilando para acompañar a los carnavaleros más inocentes de la fiesta. Una cita donde los que ya no son tan niños también aprovecharon para desfilar y bailar los últimos éxitos del momento.

Las charangas pusieron la nota a la tarde, que sacó por las calles del centro a los aviadores y a los esquimales. No faltaron los payasos ni las brujas. Un desfile en el que hasta los carricoches están de lo más integrados y hacen de soporte para las alas de un avión, para una maceta o una flor.

Un ejemplo más que evidente, y la exacta definición gráfica, de que el Carnaval de La Bañeza es intergeneracional. Desde abuelos hasta bebés viviendo juntos las fiesta más señera de la ciudad, la que une a grandes y pequeños y la que coloca a La Bañeza en el centro del mapa estos días.

El público también respondió fiel a la cita. Son una parte fundamental. Arropan el desfile, comentan y piropean las horas de trabajo que llevan encima muchos de los trajes. Ya se sabe que una de las esencias de la fiesta es tirar de aguja e hilo y dejar un poco más al margen las peticiones vía online de última hora. Eso y por supuesto el ingenio, clave del buen ambiente. O si no que se lo digan a todos esos carnavaleros por libre. Esos que hacen teatro y que desfilan al mismo tiempo.

¿Quién se imagina que haya ‘hormigas obreras’ que hasta un lunes de Carnaval andan poniendo ladrillos?. Pues en el desfile de ayer no faltaron. Normal llevaban una ‘reina’ muy metida en el papel y con la lección de mandar bien aprendida. Y como ellos, unos guardias civiles en bicicleta, unos medievales bien conjuntados, adultos que vuelven a la infancia y multitud de personas disfrazadas entre el público viendo pasar a la comitiva. Carnaval de carnavales, ya se sabe, para todos los públicos. Las excusas se ponen cuesta arriba.

Y hoy la visita y salir a las calles de La Bañeza es casi una cuestión obligada. Casi una fiesta de guardar. Esta tarde el gran desfile irá presidido por la Musa, Marina Miguélez Vázquez. Un día para cerrar un ciclo, nació un sábado de Carnaval y hoy soplará velas desde la carroza más alta de la comitiva. Su atuendo será el secreto mejor guardado hasta que a las 17.30 la caravana multicolor eche a andar.

El gran desfile amplía ligeramente su recorrido este año. Evitará la calle Juan de Mansilla y rodeará la plaza Mayor por República del Salvador y Manuel Diz para enlazar con la calle del Reloj y Fray Diego Alonso hasta la calle Vía de la Plata. Se esperan casi setenta grupos, miles de participantes y más de cuarenta charangas. Sobran los motivos para estar. Que no te lo tengan que contar.