Un estudio propone utilizar el polígono como centro logístico por su ubicación
El análisis subraya las fortalezas y debilidades de la industria y plantea propuestas a futuro.
a.g. valencia | astorga
Partiendo de un examen poblacional, el estudio La industria de Astorga, un análisis multidimensional , del ingeniero Antonio García Osorio, constata que la ciudad perdió casi mil habitantes entre 2007 y 2016. Pese a ello, las encuestas elaboradas como trabajo previo remarcan la calidad de vida en la localidad, aunque se mantiene la percepción de que la sangría demográfica persistirá por la falta de empleo. El análisis, que se presentó ayer en la Cámara de Comercio, plantea herramientas para aliviar esta situación y, en esta línea, la propuesta de Osorio pasa por hacer del polígono un centro logístico por su ubicación estratégica.
Durante el coloquio, el ingeniero planteó fortalezas y debilidades de Astorga y su industria y destacó, como principal baluarte, su ubicación. También avanzó que la ciudad ha sabido controlar el crecimiento industrial «manteniendo la calidad de vida», otro de los aspectos más positivos que ofrece y explicó que el polígono, comparado con otros rurales, permite un mayor ahorro en el transporte hacia Galicia y en enlace hacia Extremadura y Madrid.
Osorio argumentó que para grandes empresas y de ámbito logístico la calidad de vida resulta imprescindible porque buscan que «sus trabajadores sean felices». Un aspecto que cobra aún más importancia si se tiene en cuenta la cercanía del polígono con la ciudad. «Eso puede ser otro atractivo para el mercado y crear puestos de trabajo».
En el estudio, el autor presenta gráficas que demuestran como los años más duros de la crisis pasaron factura a los principales sectores industriales. Aún así, la agroalimentacion sigue siendo el principal estandarte, seguido de la construcción y ya con escasa presencia el sector textil.
Osorio en su análisis desgrana, en base a estudios previos, artículos y encuestas, los puntos fuertes y los puntos negros del polígono desde su nacimiento en la década de los 80. En sus inicio cumplió con su función de mover la industria del centro de la ciudad hacía fuera conectándola con la autovía. «De esta primera fase solo queda un 6% sin construir y la segunda tiene solo un 25% disponible». Estas cifras son «muy positivas», dijo, consciente de que ya la tercera fase no arroja unos resultados «tan halagüeños» con una ocupación de solo el 25%.
Una realidad que, el ingeniero, achaca a tres problemas: a que las empresas están muy dispersas sin posibilidad de que una compañía grande tenga suelo suficiente, a la situación de las telecomunicaciones y a las deficiencia en el servicio de suministro eléctrico, «sería necesaria un suministro tres veces mayor al que existe», aseguró. Tres aspectos, que no obstante, se pueden mejorar, matizó, haciendo una llamada de atención a las administraciones y planteando la importancia de buscar alianzas con La Bañeza, el Bierzo o Benavente.