Azucarera insiste en reducir costes ante la caída de los precios

La directora del área agrícola de Azucarera, Salomé Santos, ha reconocido en declaraciones a Efe que las compañías europeas del sector han sufrido este año «una tormenta perfecta», ya que «se han juntado todos los factores que deprimen el precio del azúcar», con la consiguiente pérdida de rentabilidad para las industrias.

Santos describió el difícil escenario para la industria en este ejercicio, con pobres cotizaciones internacionales, sobreproducción en Europa y, además, precios bajos del petróleo que han llevado a las grandes potencias mundiales de caña a elaborar azúcar y no bioetanol. Así, las azucareras europeas se han visto obligadas —remarcó Santos— a vender el azúcar dentro de sus fronteras ante los bajos precios internacionales, lo que ha derrumbado las cotizaciones en el mercado comunitario, hasta «niveles insostenibles en el medio y largo plazo», que «colocan a cualquier industria en una situación de pérdidas, clarísimamente».

La liberalización del mercado en la UE —el 1 de octubre desapareció el sistema de cuotas de azúcar e isoglucosa en la Unión Europea, vigente desde 1968—, habrá muchas oscilaciones, con unos años de precios bajos como el actual y otros más altos. Una coyuntura de mayor volatilidad en el mercado del azúcar «a la que nos tenemos que acostumbrar».

Santos se define optimista ante la situación porque España puede responder «perfectamente» al escenario, adaptando la relación entre la industria y los cultivadores de remolacha al nuevo contexto y, por otro lado, reduciendo al máximo la estructura de costes tanto en el campo como en las fábricas.

«Nuestro esfuerzo debe centrarse en reducir los costes de cultivo al máximo y hay posibilidad de hacerlo de forma clarísima, especialmente en el riego» —sustituyendo el gasóleo y electricidad por energía fotovoltaica generada por paneles solares— y «adaptar nuestra oferta de servicios a los agricultores a lo que ocurre en el mercado», insistió.