Camposagrado se refugia de las inclemencias del cielo

B. Planillo | Camposagrado

La incesante lluvia que caía en Camposagrado desde primeras horas de la mañana hacía presagiar que la romería de Camposagrado no se iba a celebrar con normalidad. La adversa climatología penalizó la presencia de los pendones y la exhibición del folklore leonés de los diversos grupos que asistieron a la romería. Pero los cientos de devotos que se agolpaban en las puertas del santuario, esperando la salida de la Virgen, mostraban el sabor más amargo de la romería. Los alcaldes de Cuadros, Carrocera y Rioseco de Tapia, cuyos ayuntamientos se encargan de la organización de esta cita declarada de interés provincial, también mostraban su pesar por la climatología. Tampoco faltó el presidente de la Diputación y otras autoridades invitadas.

Al final, la misa tuvo que celebrarse en el interior del templo de Camposagrado, que se encontraba totalmente abarrotado de los fieles, que cada año acuden a la tradicional romería desde todos los rincones de la provincia leonesa, asturianos y también gallega. Todos coincidían en señalar que ha sido una fatalidad el que no se pudiera disfrutar la auténtica romería de León.

A primera hora de la mañana, se daban cita en el pinar de Camposagrado los mejores perros mastines, que este año llega a su edición número treinta, en una muestra valedera para el campeonato provincial. La romería quiso dar todo su esplendor, pero en esta ocasión, los romeros y devotos hicieron sus plegarias en el interior del santuario.