Diario de León

PAISAJES DE SUIZA EN LA MONTAÑA LEONESA

El cambio climático convierte al pantano de Luna en un lago centroeuropeo

El embalse roza el lleno a punto de entrar en agosto: está al 91% de su capacidad cuando el año pasado por estas fechas rozaba apenas el 28%

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GEORGINO FERNÁNDEZ | LEÓN
León

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Quién te ha visto y quién te ve. El viejo refrán que ni pintado para el aspecto que ofrecen a estas alturas de año -en pleno verano- todos los pantanos la provincia leonesa. Centrémonos en uno: el de Luna, un embalse gigantesco con una capacidad de almacenaje de 380.000 millones de litros de agua . Lo normal en esta época era verlo en sus laterales con una franja de tierra que marca claramente el límite que alcanzó el agua. Por encima el verde del monte; por debajo la tierra pelada y rocas debido a la acción del agua. 

En estos momentos el pantano de Luna está al 91% de su capacidad: algo más de 280 hectómetros cúbicos de agua muy cerca de los 308 que representan su capacidad máxima. El año pasado por estas fechas, cuando la sequía presagiaba ya lo que iba a ser un verano sin apenas una gota de agua llegaba apenas al 28% de su capacidad. La retirada de las aguas sacaron a la luz viejas estructuras, puentes de piedra e incluso el fondo del pantano con su semejanza a un paisaje lunar.

Ahora la imagen es radicalmente distinta. Luna y su entorno en la raya ya con Babia se asemeja mucho a una postal centroeuropea: Suiza o Austria podrían "comprarlo' como un paisaje propio sin temor a despertar gestos de extrañeza.

¿Detrás está el tan traído y llevado cambio climático? Los expertos se inclinan a pensar que sí y la irregularidad en las precipitaciones apunta en esa misma dirección como lo refleja el verano inusualmente seco que vivió León el verano pasado y la gran cantidad de lluvia y tormentas que caracterizan el actual. "Esas variaciones pueden deberse al momento de cambio climático en el que estamos", indica el catedrático de Zoología de la Universidad de León, Pancho Purroy. 

Esa iregularidad climática tanto en temperaturas como en precipitaciones tiene, de hecho, un horizonte bastante más amplio. Es un poco el mundo al revés. Ahora mismo los países del norte y centro de Europa e incluso Siberia están teniendo un verano muy caluroso con temperaturas que rondan los treinta grados.Incluso Suecia ha sufrido una ola de incendios por el calor; algo mucho más habitual en los países del Sur durante los meses de verano. 

Fauna y flora favorecida

Con los embalses llenos la fauna y la flora propia de estos entornos vive  un momento muy bueno. Así, la abundancia de agua favorece la cría de especies como los somormujos y también las poblaciones de peces y truchas.  "Les viene muy bien que el agua esté muy alta", dice Purroy en este sentido.

La enorme cantidad de agua que está llegando a los embalses leoneses como el de Luna ha obligado a que se vean obligados a desaguar constantemente lo que aumenta el caudal delos ríos regulados. "Y eso es muy bueno para las riberas fluviales que son las que tienen una gran riqueza de fauna".

Otro aspecto positivo  de la abundancia de lluvias en este mes de  julio es que ha contribuido a que crezca mucha vegetación  (amapolas, saramagos, cenizos, etc) lo que a su vez se ha traducido en una gran proliferación de insectos que favorecen la cría de aves como la perdiz, la alondra o la calandria.

Las lluvias también van a incidir en una  muy buena cosecha de frutos  carnosos como los  arándanos, un alimento muy bueno para el oso y el urogallo y se espera también una gran cosecha de bellotas y de castañas. "Nos encaminamos a un buen momento para la fauna", sentencia Purroy convencido también de que el agua va a venir también muy bien para la temporada micológica. 

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