Una provincia a prueba de fiestas
Desde Sahagún a Villablino, los pueblos se engalanan para honrar las tradiciones y sacar a relucir el potencial que custodia el mundo rural.
a.v. | león
El mes de agosto no sería lo mismo sin las fiestas de los pueblos. Las verbenas, las tradiciones, el folklore y esas citas que siempre vuelven fieles cuando el calor aprieta. En estos días, los pueblos de la provincia vuelven a hacer alarde de potencial. Son muchas las localidad que en este mes están abarrotadas, recibiendo con los brazos abiertos a los hijos que, por distintas razones, el resto del año viven fuera. El bullicio de estas jornadas será buena receta para después pasar el invierno y, mientras llega, dejar a un lado, al menos por un momento, la tan preocupante despoblación, de la que mucho saben los paisanos que durante todo el año residen en el mundo rural.
Este fin de semana, dedicado a la Virgen de las Nieves, ha dejado estampas de como las tradiciones perviven en las raíces de los pueblos y cómo muchas de ellas se perderían si no fuera por quienes año tras año siguen peleando por mantenerlas. De Villablino a Sahagún, prácticamente no ha quedado rincón en la provincia sin algo que celebrar. Desde mercados tradicionales, encuentros, viajes al medievo o comarcas que, una vez más, se dan un abrazo fraternal. Las fiestas siguen. Puebla de Lillo, La Robla o Santa Colomba de Somoza aún no se han quitado las galas.
