ALMANZA RIAÑO
El voluntariado pone en valor los robles centenarios
Jóvenes de cinco países nombran los ejemplares y limpian el bosque.
JOSÉ Mª CAMPOS | ALMANZa
El director general del ÇInstituto de la Juventud, Eduardo Carazo, visitó ayer en Almanza a los jóvenes que participan en el campo internacional de voluntariado Árboles monumentales. En esta visita estuvo acompañado por el alcalde, Javier Santiago. En este campo participan una veintena de jóvenes la mayoría españoles, aunque también los hacen personas de Taiwán, Francia, Italia y Alemania.
Carazo señaló que este campo es una de las actividades que pone en marcha en verano la Junta de Castilla y León, que en este verano ha habilitado 486 plazas para los campos de voluntariado. «A principio de legislatura había 233 en seis campos de voluntariado y esta año hay 486 plazas en trece campos. En la provincia de León habían dejado de organizarse y actualmente tenemos el de Almanza y el de Villablino».
Este programa se destina a jóvenes de 16 a 30 años, que participan en actividades en beneficio de la sociedad. En el caso de Almanza es de carácter medioambiental. «Estos campos muestran la cara solidaria de los jóvenes, que utilizan una parte de sus tiempo libre en hacer una labor de recuperación de medioambiental en el entorno de Almanza». Para Carazo este programa tiene mucho impacto en el medio rural que donde se desarrollan todos los campos de la comunidad. «Estimamos que estas actividades generan en la comunidad un impacto económico para las localidades donde se desarrollan de 1,2 millones y 344 empleos directos de monitores y coordinadores».
El alcalde de Almanza, Javier Santiago, destacó que estos campos de voluntariado permiten la relación de la gente del pueblo con personas de otras culturas. «A esto hay que unir la labor de mejora de zonas medioambientales en La Cota y el Peñón, de cara al turismo medioambiental, y, por su puesto, de promoción turística que realizan las personas que nos visitan».
El trabajo de este campo consiste en colocar paneles en once robles centenarios a los que se les dará un nombre. Además se realiza una limpieza de la zona del robledal para que los visitantes que hacen rutas de senderismo o de bicicleta de montaña los puedan ver.