Maestros que guardan tesoros en sus manos

Las manos son protagonistas de esta cita que cada año da el sí quiero al pueblo. Un matrimonio bien avenido que forma con la localidad, orgullosa de sus raíces, un tándem inseparable. Por eso, este domingo no faltarán los cesteros ni las hilanderas, los abalorios o los artesanos del detalle que harán gala de lo bueno de antaño, de todo aquello que guarda aún la exclusividad de lo que es realmente único. También Velilla será escenario de las labores y las faenas agrícolas, que hace no tanto eran la esencia de cada jornada. Aquel día a día que ya queda distante de los nuevos tractores y maquinaria actual. Un viaje que cada año vuelve. Una cita ineludible y un reencuentro con las manos que abrazan el pasado.