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Un referente cultural, turístico y social

Diez años y mil amigos para la Ferrería de San Blas

El Museo de la Minería y la Siderurgia de Castilla y León ha ganado visitantes gracias al diseño de una programación variada y atractiva

Una de las exposiciones que ha ofrecido la institución desde su fundación. RAMIRO

Publicado por
J.M. CASTRO | SABERO
León

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A partir de las siete de la tarde hoy el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (MSM), con sede en Sabero, celebra un encuentro especial dentro de su décimo aniversario. Díez años y mil amigos desde su inicio dan una imagen de lo que ha significado este centro para toda la comarca, convirtiéndose no sólo en un referente turístico, sino también cultural, social y humano.

Para la inmensa mayoría no supone ninguna sorpresa, conocedores del gran equipo humano y, sobre todo, con las mejores propuestas expositivas, la presencia de grandes artistas, los numerosos cursos de formación, talleres, la capacidad de convocatoria de las mejores letras nacionales. Pero lo más significativo ha sido que, durante estos diez años, el MSM ha superado cada año el número de visitas, sin duda alguna por la intensa labor proactiva iniciada en 2008 y que ha tenido continuidad durante esta década.

Todo ha sido posible, ponen de manifiesto desde el museo, gracias a los acuerdos alcanzados con instituciones públicas —colegios, diputaciones, ayuntamientos, etcétera—, y con entes sociales como Feve y otros museos o centros museísticos de toda España. No obstante, el mayor activo que tiene el museo es la gran participación de del público en todas las actividades del año, en un programa que el los usuarios valoran como intenso, estable, variado, libre, plural y con la calidad y la excelencia como divisa.

Divulgación

Otra faceta importantísima del MSM ha sido el gran avance en el programa Investigación, con la edición de cuatros volúmenes de los Cuadernos de la Ferrería. La colección responde a uno de los objetivos iniciales, donde el MSM, motivado por la falta de estudios existentes sobre la Ferrería de San Blas, decidió abordar un trabajo de investigación, con el encargo a profesionales de reconocido prestigio de los estudios necesarios para tener una visión completa del origen, funcionamiento y fin de esta fábrica. El primer volumen, Inversores, Empresarios y Técnicos en los hornos altos de Sabero. 1841 – 1862, de Francisco Quirós Linares y José Sierra Álvarez, se centra en los promotores de la Ferrería. El segundo, El trabajo en la Ferrería de San Blas. Acercamiento Histórico al proceso Siderúrgico del Segundo Tercio del Siglo XIX en España, realizado por José Gabriel Frías Corral, aclara cómo eran las instalaciones de la Ferrería de San Blas, qué maquinaria se utilizaba y cómo era el trabajo en la misma, poniéndolo en relación con el resto de siderurgias de la época.

A cargo de Roberto Matías Rodríguez (Ingeniero de Minas e investigador) llegó el tercer título: Materias Primas y Procesos Siderúrgicos en la Ferrería de San Blas (Sabero – León).

El cuarto, Vida, trabajo y muerte en la Ferrería de San Blas 1841-1862, es obra de un equipo de la Universidad de León, formado por Javier Rodríguez González, Gustavo Puente Félix, Juan Manuel Bartolomé Bartolomé y Javier Revilla Casado.

El objetivo del Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León es poner este trabajo, así como el resto de trabajos de los estudios realizados sobre la ferrería, a disposición de los investigadores y del público en general, para contribuir al mayor conocimiento de un hecho tan relevante que tuvo lugar en nuestra Comunidad y en España a mediados del siglo XIX.

Apoyo municipal

Desde el museo han destacado el apoyo del Gobierno autonómico y, especialmente, las colaboraciones continuas y aportaciones de piezas realizadas por el Ayuntamiento de Sabero. Una aportación que, según el alcalde, Francisco García, continuará aportando al centro cuanto pueda interesar para mejorar su contenido en todas las secciones. Este Museo, resalta el regidor, se ha convertido no sólo en un referente turístico, cultural y social, sino que ha creado puestos de trabajo directos e indirectos, lo que supone que el valle de Sabero sea uno de los destinos preferidos para los turistas.

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