al ritmo de la tradición
Las cintas de una comarca unida
La fiesta de los maragatos se celebra este año en Santiago Millas y contará con la misa, el desfile de pendones hasta El Cañal y la paella.
Un momento de los bailes de la fiesta, que el año pasado acogió Lucillo. FERNANDO OTERO
a.v. | león
La Mancomunidad de Municipios de La Maragatería, compuesta por los ayuntamientos de Brazuelo, Lucillo, Luyego, Santa Colomba de Somoza y Santiago Millas, celebrará mañana su fiesta anual. Los asistentes se reunirán en la última localidad citada para compartir un día de convivencia en torno a las tradiciones que les son comunes. A la cita también está invitado el ayuntamiento de Val de San Lorenzo que, aunque desde hace años no forma parte de la Mancomunidad, comparte las mismas tradiciones al estar enclavado en la comarca.
Así, la jornada comenzará con la recepción de las autoridades a las 12.45 en el entorno de la iglesia de Santiago Millas y tras la eucaristía, saldrá un desfile de pendones desde el templo, donde los romeros, los maragatos y las autoridades emprenderán el camino hacía el paraje denominado El Cañal, sobre las 14.00 horas.
En el trayecto, en el que se esperan las enseñas de la comarca y otros pueblos del entorno, los mozos harán una demostración de habilidad para tratar de mantener erguidas las varas de sus estandartes, e incluso alguno se animará a bailarlo o a realizar alguna exhibición de destreza
Se espera que la cita de hermandad cuente con centenares de vecinos para disfrutar de una jornada festiva que ensalza las tradiciones y los lazos de una comarca unida. Por supuesto que no faltarán los bailes maragatos, santo y seña de la comarca, y de toda celebración que se precie. Las cintas de colores, tan típicas, las castañuelas, la dulzaina y el tamboril harán sonar los acordes de siempre.
Esta edición de la fiesta también contará con la paella popular, que reunirá de nuevo a varios centenares de personas en El Cañal. Transcurrida la comida y tras la obligada sobremesa, los asistentes compartirán de nuevo los bailes maragatos para poner el broche final a una fiesta que ahonda en las raíces.