MANSILLA DE LAS MULAS El sector se garantiza el futuro con la incorporación de jóvenes
Los productores reivindican la figura de calidad tras una cosecha de 60.000 kilos
La localidad registra decenas de compradores interesados en su producto estrella. OTERO PERANDONES
Rubén V. Justo | Mansilla
Mansilla amaneció en el segundo día de actividades de la Feria del Tomate con un titular: la cosecha registra una producción anual de 60.000 kilos —que avala la reivindicación de la figura de calidad— de los cuales 5.000 se venden en la feria. Unas cifras interesantes, más si cabe, debido a las condiciones adversas a las que se enfrentó la hortaliza en un verano cargado de idas y venidas. Uno de los eventos más entrañables fue la entrega de los premios Tomate de Oro y Plata. Los condecorados con el primer premio fue la familia Redondo, compuesta por tres hermanos de menos de treinta años que cultivan en Nogales. Acudió a recoger el premio el menor de la familia, Sancho, de 21 años. La plata fue para Katia Santamarta Posadilla, de Reliegos.
A tenor de los datos, el cultivo tiene futuro. Una afirmación ratificada por el alcalde de la localidad, Jose Luis Méndez, quien aseguró que hay cada «vez más gente jóven» que se dedica a la siembra. Los dos mayores productores de la localidad, Tomates García y Tomates del Olmo, están regentados por hombres de menos de cuarenta años. Según el socialista, Mansilla debe fomentar el empleo joven. Una declaración que viene dada por la reciente noticia de que el PSOE de León negocia un Plan de Asentamiento Rural que persigue el objetivo de repoblar los pueblos de menos de 5.000 habitantes mediante el impulso del trabajo de los autónomos ligados al entorno natural.
Los dos galardonados fueron escogidos entre seis participantes por un jurado compuesto por cinco jueces. Uno de ellos fue Jose Antonio Breznes, un hortelano ya retirado con toda una vida dedicada al cultivo. Breznes recogió este año en su huerta tres cajas, mientras que el año pasado fueron doscientas cajas de tomate. Este año muchos de ellos crecieron «pequeños y podridos», debido a las consecuencias de un verano que registró drásticos cambios de temperatura con granizos y olas de calor. Cuando lo ideal, sostiene, es una temperatura «moderada y estable».
La particular lucha de Mansilla
Pese al temporal, los 5.000 kilogramos de tomate mansillés, expuestos en distintos tenderetes de la plaza del Grano, mantuvieron las características definitorias de un producto alimenticio que lleva dos décadas persiguiendo el reconocimiento de la Indicación Geográfica Protegida. Algo que según sostiene Álvaro Miguélez, secretario de la Promotora de la IGP del Tomate de Mansilla de las Mulas, «está cada vez más cerca».
Una figura de calidad que avalaría un producto que destaca por la textura particular de su piel, fina y prácticamente indetectable al paladar. Algo que según el hortelano Breznes «es la principal diferencia» respecto a otros tomates además de su carnosidad, olor, su sabor dulce, y los seis lóculos interiores frente a los cuatro de cualquier otro. Además de ser visualmente irregular, una característica que parece ir en contra de la tendencia.