«Si antes pasaban 2.000 vehículos, ahora pasan 200»

En opiniones de los vecinos de la zona, y de los propios alcaldes, los comercios hosteleros pegados al borde de la Nacional 625 serán los más afectados por el desvío del tráfico hacia la A-60. Roberto García, del Hostal Restaurante Avellaneda opina que la situación no va a tener consecuencias notables hasta octubre debido a la despoblación. «Si antes pasaban 2.000 vehículos, ahora pasan 200 y eso afecta negativamente». No obstante, el empresario, con ocho meses al frente de este establecimiento y con doce años de experiencia en el bar Montaña (también de Puente Villarente), considera que la actividad irá «bien en el futuro aunque a corto plazo la clientela va a descender».

Según expresó García, los camioneros son un tipo de cliente que no desaparecerá debido a que realizan las mismas rutas todos los días y «tienen la costumbre de pararse a tomar un café». La A-60, que no está a mucha distancia de la Nacional 625, sigue siendo una alternativa viable.