la economía tradicional se adapta a la AUTOvÍa
El comercio busca la salida para perdurar
LOS HABITANTES ENCARAN SU FUTURO ANTE EL DESVÍO DEL TRÁFICO. Los empresarios de Valdelafuente, Arcahueja, Puente Villarente, Villaturiel y Villamoros de Mansilla prevén un impacto en su economía con la apertura de los nuevos carriles.
Rubén v. justo | LEÓN
Dos vías y cuatro carriles pueden ser los causantes de que los automóviles que pasaban por la antigua carretera nacional que unía León con Santas Martas dejen de hacerlo con unas consecuencias más que previsibles. La economía de los pueblos aledaños puede verse afectada negativamente y poner en entredicho el futuro de varios comercios. No obstante, en el presente, pueblos como Valdelafuente, Arcahueja, Puente Villarente, Villaturiel o Villamoros de la Mansilla confirman que su economía no se ha visto afectada, aunque no descartan que en los próximos meses pueda haber una reducción de los ingresos percibidos. Un único pueblo puede atraer a más visitantes consecuencia del nuevo trazado de la A-60. Es Mansilla de las Mulas.
La antigua carrera nacional percibía un tránsito diario de unos 20.000 automóviles. Ese mismo tráfico circula, desde su reciente apertura, por el nuevo tramo de la A-60. Aquellos clientes de paso que iban a Valladolid y que paraban a tomarse un cafecito en el bar del pueblo previsiblemente dejarán de hacerlo. De igual forma que lo harán aquellos que compraban una pieza de pan, productos famarcéuticos o un filete de cerdo en aquellas tiendas pegadas a la carretera. No existen cifras oficiales pero todos los comerciantes entrevistados, los ocho, confirman que se perderá una parte de su comercio de la misma manera que auguran los alcaldes de Villaturiel y Valdefresno, municipios a los que peternecen dos de los pueblos afectados.
La economía aún no se ha visto gravemente afectada, en parte porque el comercio local de la zona es potente y negocios con décadas de tradición dicen mantener a clientes que llevan toda una vida acudiendo a la peluquería, farmacia o panadería del pueblo. Otro de los detalles que no conviene pasar por alto es la superpoblación del verano, un momento en el que muchas personas acuden de otros lugares para pasar unas semanas o meses de vacaciones estivales. En octubre, esos mismos individuos regresarán a sus lugares de origen.
Los meses de invierno sin los visitantes veraniegos, ni los clientes ocasionales que genera una circulación diaria de 20.000 vehículos, podrían afectar con el paso del tiempo a la pervivencia de los negocios. Los propietarios de las tiendas creen que la situación sí tendrá consecuencias palpables pero no de una manera devastadora. Por norma general se mostraron positivos al imaginarse dentro de unos años atendiendo a los mismos consumi dores de las comarcas aledañas y a los, aunque menos, clientes de paso.
Los vecinos sostienen que el hecho no tiene una repercusión notable en su economía actual pese a haber perdido a algunos usuarios. No todo es negativo, como punto positivo el desvío del tráfico causa una mayor sensación de seguridad a sus vecinos que, por primera vez, pueden cruzar la carretera sin miedo a ser atropellados. Tesis que sostienen tanto Valentín Martinez, alcalde de Puente Villarente, como José Pellitero, alcalde de Valdefresno. Los veinte nuevos kiómetros abiertos el 19 de julio afectan a la localidad. «Se nota, se nota bastante», declaró Martínez, que pese a todo, confía en que los comercios pervivan gracias a los asiduos de las comarcas cercanas y a los peregrinos que atraviesan el pueblo al realizar el Camino de Santiago. Pellitero anota que el tráfico se «ha reducido bastante». Pero no se muestra nada negativo al considerar «que el hombre es un animal de costumbres» y que, por esa razón, «los de siempre» acudiran de nuevo a aquellos locales en los que recibieron un buen servicio. Además, «hemos ganado sobre todo en seguridad, tranquilidad y convivencia. La gente de Arcahueja (municipio afectado por la apertura de la A-60) va a vivir mejor», valoró.
Mansilla de las Mulas es la otra cara de la moneda aunque ocurre lo mismo que en el resto de pueblos afectados: de momento aún no ha percibido ninguna alteración en el flujo de su economía local. Su alcalde, Jose Luis Méndez, opinó que «está claro que con el paso del tiempo, dentro de un año mínimo, afectará positivamente». La A-60 conectará, a través de la vieja N-625, Mansilla con la nueva autovía. Esta tesitura convierte a la localidad a en un buen lugar de descanso para los conductores que quieran reponer fuerzas. Méndez también apuntó que la autovía «viene muy bien» a la gente que vive en la zona y trabaja en León «puesto que pueden llegar en diez o quince minutos».
Nadie sabe qué ocurrirá en los próximos años pero la creencia de vecinos y funcionarios se presenta positiva y esperanzadora. La apertura del nuevo tramo de 20 kilómetros se une a los 7,3 ya construidos entre la Ronda Este y Sur de León y Puente Villarente. Suman, por tanto, un total de 27,2 kilómetros que unen la ciudad con la localidad Santas Martas camino hacia en enlace con la A-231.