La perrita rescatada en el Esla ya tiene familia adoptiva

A. Domingo | Redacción

Supuestamente abandonada en una isla que forma el Esla a su paso por Cistierna, entre los puentes de Feve y Yugueros, una perrita de unos dos meses ladraba al caer la tarde del viernes. La cachorra no se atrevía a saltar al cauce en un punto en el que la corriente habría acabado con ella casi con toda probabilidad.

Un vecino que escuchó los ladridos de congoja dio parte a la Guardia Civil de lo que sucedía. La Benemérita intentó entonces el rescate, aunque sin éxito. Faltaban medios, para llegar hasta el lugar, aunque un pescador trató de alcanzar la isleta con sus pantalones vadeadores. Pero la falta de luz, la fuerza del agua y la maleza impidieron socorrer al animal. Así que hubo que esperar a que amaneciera para poner en marcha un rescate que evitara peligros y ofreciera garantías de éxito.

Fueron agentes del puesto Riaño y del Greim de Sabero los que intervinieron. Los guardias del Servicio de Montaña, enfundados en trajes de neopreno y a plena luz del día, encontraron el lugar más idóneo para cruzar hasta el islote y regresar con la cachorra a la orilla. Habían acudido al lugar provistos de cuerdas que les permitieran alcanzar su objetivo con seguridad y un particular había cedido dos piraguas como recurso para llegar al punto en el que la perra se encontraba aislada. Pero no fue necesario recurrir a la seguridad de las cordadas ni a las embarcaciones.

Los agentes de Riaño buscaron el chip identificativo para dar con el propietario, pero no se encontró el dispositivo. La cachorra se encontraba en perfecto estado, sin heridas ni señales de maltrato, aunque sedienta. Al final feliz del rescate en buenas condiciones se unió que la perra ya dispone de una familia adoptiva: un joven de Cistierna se ofreció a cuidarla. Ahora toca bautizarla y algunos sugerían que comparta nombre con el río.