El Gobierno no avanza alternativas al fin del carbón y emplaza a una nueva reunión

Aunque lo único seguro es la incertidumbre, hasta la semana que viene, el próximo 27 de septiembre, la pelota del futuro de la minería está en el aire. El sector minero y sus representantes sindicales volvieron ayer a la capital para garantizar que su empeño está claro en dos apartados, según señalaron ayer: salvar el mayor número de puestos de trabajo y que las explotaciones mineras rentables no corran riesgo de cierre. Se habló de mínimos y casi no se sabía ni dónde, con el baile de nombres ministeriales que si en la anterior etapa añadían agenda digital, ahora aportan Transición Ecológica. Aunque de lo que se quería hablar era de industria y de minería. O del futuro de las cuencas. Y aunque esto sea lo sabido y repetido, son las únicas conclusiones ante unas expectativas que en el caso del Ministerio para la Transición Ecológica serán los máximos para el futuro del sector a tenor de lo declarado por la ministra Teresa Ribera al cuestionar no sólo el sentido del futuro de la minería sino llegar a calificarlo de trasnochado. La aspiración es el cierre y una reconversión que suena a milagro.

Según señalaron los representantes de la minería a las puertas de lo que era el ministerio competente para lo suyo pero que ahora está transferido al de Transición Ecológica, otro de los puntos en los que pretenden hacer hincapié es en que mientras se mantenga el actual mix energético y el carbón tenga su protagonismo, este ha de cubrirse a partir de lo que se produzca en España y no recurrir a la importación.

Hastío y desconfianza

Ayer, a las puertas del ministerio de Industria de la Castellana, las caras más que de reivindicación eran de hastío, resignación y desconfianza. Hastío porque dudaban de que el Gobierno actual presentara algún documento. Resignación, puesto que las aspiraciones se limitan a lo que expresen los técnicos de Red Eléctrica en cuanto a la consideración de la actual necesidad del carbón en España. Y, por último, desconfianza porque el único objetivo sería la conservación de los puestos de trabajo del sector minero, incluidos sus representantes. Ayer no se habló de movilizaciones aunque el Gobierno considere que la minería es un sector trasnochado.