España dispondrá de una estrategia para la conservación del urogallo
Castilla y León, Galicia y Cantabria consensúan con el ministerio un plan de trabajo.
maría carnero | león
La próxima reunión de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente prevé dar el visto bueno a la nueva Estrategia para la Conservación del urogallo cantábrico, una especie en peligro de extinción y «en situación crítica».
El documento saldrá adelante una vez analizado el plan de trabajo para la protección de la especie coordinado por el Ministerio de Transición Ecológica con las comunidades de Asturias, Castilla y León, Galicia y Cantabria, según anunció ayer el viceconsejero de Medio Ambiente del Principado, Benigno Fernández Fano.
El plan ha sido estudiado durante la reunión que ayer han mantenido en Oviedo el director general de Biodiversidad y Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica, Javier Cachón de Mesa, con responsables de las cuatro comunidades autónomas.
Según Fernández Fano, antes de poner en marcha la futura estrategia se debe conocer qué está pasando con los urogallos y con las especies depredadoras de este ave después de que el proyecto Life Urogallo, que estuvo en marcha durante seis años, no obtuviera los resultados esperados.
Así, el viceconsejero ha incidido en que se debe conocer el censo actual de urogallos tras la «importante caída» registrada en el número de ejemplares y determinar en el marco de la futura estrategias las posibilidades de reproducción en cautividad de la especie.
En el caso de la provincia de León, son seis las zonas en las que históricamente se ha constatado la presencia de urogallos. En cuatro de ellas, actualmente no se registra actividad reproductora alguna. Es el caso de La Cepeda, donde según se ha perdido la población por completo, la zona del Bierzo Alto y Omaña Baja, donde se ha reducido aún más el área de distribución ocupado hasta 2012 y Picos de Europa, y la montaña oriental en general, donde ya ni siquiera se detecta presencia de ejemplares y la reproducción se ha perdido hace al menos cinco años.
La Junta de Castilla y León trabaja actualmente en la realización del primer censo del urogallo en la comunidad. Estos trabajos se llevan a cabo en 130 unidades de muestreo, de unas 20 hectáreas de superficie, en zonas tradicionales de presencia de la especie.
Estas 130 unidades de muestreo se deben recorrer en dos ocasiones, con una distancia mínima por itinerario de un kilómetro, por lo que la realización del censo supone la prospección a lo largo de 260 kilómetros en 2.600 hectáreas. Estos recorridos son realizados por los agentes medioambientales de las comarcas afectadas, con el apoyo de las patrullas de seguimiento de la especie, y la colaboración de organizaciones conservacionistas.